Otra Visita De La Mafia De Los Remates

No era una audiencia más en el juzgado de Silvia Taborda, durante los días previos a que se procediera con la venta de los bienes de la fallida empresa Molino Arrocero de Entre Ríos S.A. algunos abogados patrocinantes de firmas y particulares que estaban interesados en la compra de la empresa quebrada tuvieron la visita de miembros de La Liga de Rematadores, una organización de características mafiosas que hace del soborno, la trampa y el apriete modalidades corrientes para lograr sus propósitos.
El jueves 2 de noviembre, unos días antes de la fecha de la licitación pública del Molino Arrocero, estaban desembarcando en Concordia los señores Roberto Cattani, Néstor Eduardo Kalejman, José Osvaldo Olomucki y Adrián Etelman, todos ellos miembros de La Liga de Rematadores. En esos días, previos a la audiencia donde se licitarían los bienes de la firma arrocera en cuestión, los mencionados habrían recorrido los estudios de los abogados patrocinadores del resto de las firmas interesadas en la compra de los bienes con la intención de “arreglar” y “persuadir” para que desistan de pujar para mejorar las ofertas e, incluso, se les puso al tanto de los beneficios que tendrían si optaban por acordar la compra del molino después de finalizada la licitación que, por supuesto, debía ganar La Liga.
Desde los días anteriores a su desembarco en Concordia los miembros de La Liga, Kalejman, Olomuti y Catanni habrían realizado varios llamados, cada uno por separado y sin demostrar vinculación entre sí, a la síndico de la quiebra, la contadora Justa Rostom, encargada de velar por los intereses de los acreedores, para interiorizarse de los pormenores de la modalidad de venta dispuesta para esta oportunidad de los bienes del molino arrocero. Pero, además, los miembros de La Liga habrían intentado conseguir telefónicamente información acerca del resto de los oferentes y el monto de las ofertas realizadas por los mismos. Ante la negativa rotunda de la sindica para brindar dicha información, los hombres de La Liga habrían arribado a la ciudad unos días antes de la audiencia para acceder al expediente de la quiebra del Molino, conseguir el nombre de los oferentes que constan en el mismo y disponer del tiempo suficiente para “visitarlos” a sus estudios con “ofertas convenientes para todos”. Excepto, se infiere, para los acreedores del Molino Arrocero E.R. S.A.
“En mi estudio aparecieron un viernes- cuenta a Debate y Opinión uno de los abogados patrocinadores-. No hubo amenazas, pero todo era muy sugestivo: las palabras que usaban, los modos, las frases empleadas. Es decir, los tipos saben lo que es una amenaza y un apriete y saben hasta dónde pueden tensar la soga. Si bien no usan un lenguaje directo saben cómo hacer para que lo que quieren decir, y no dicen, se entienda correctamente. Con palabras vacías te decían que te retires de la oferta prometiéndote un dinero o decían que apelara al sentido común ya que era irracional que se presentaran varios candidatos a una oferta la cual, si la arreglábamos por afuera, se podía pagar mucho menos.”
Tras varios intentos fracasados (licitación con base primero y licitación sin base después) y dado el tiempo transcurrido desde que se dictó la sentencia de quiebra (2002), la modalidad de la licitación pública para la venta de los vienes de la fallida empresa fue la de llamar al mejoramiento de las ofertas de compra directa mediante la presentación de nuevas ofertas con posterior puja entre los distintos oferentes que se presenten hasta obtener el mayor precio, tomando como base para participar en este llamado la mejor oferta de compra recibida que fue la de la firma Vergara y Cia. SRL por la suma de $ 480.000. Cualquier oferta inferior a esa base no sería tomada en cuenta.
Los interesados debían presentar su oferta en el expediente bajo sobre cerrado acompañando, en el mismo acto, el correspondiente escrito y garantía de mantenimiento de la misma, equivalente al depósito del 10% del monto ofrecido, depósito que debía efectuarse en el BERSA a nombre del juzgado actuante.
El juzgado adjudicaría el bien a quien resultara el mejor postor, el que debería depositar el saldo del precio dentro de los veinte días de dictada la adjudicación bajo apercibimiento de pérdida del derecho y garantía para el caso de incumplimiento (el depósito del 10% según lo ofrecido inicialmente en el sobre), previéndose en su caso adjudicar a quién resultara segundo en la puja.

La audiencia
En horas cercanas al mediodía del martes 7 de noviembre, en el Juzgado N° 4, a cargo de la Jueza en lo Civil y Comercial Silvia Elena Taborda, se presentan la Síndico de la quiebra, la contadora Justa Rostom, acompañada de su letrado, y los ocho oferentes, entre ellos, los miembros de La Liga: Roberto Catanni, Nestor Kalejman y José Olomucki patrocinados por el abogado local Juan Postel y por un abogado de Buenos Aires -también aparente miembro de La Liga- Carlos Mariño. Un inesperado y curioso oferente se hizo presente también en la audiencia, sin patrocinante alguno, Adrián Elterman.
Una vez declarado abierto el acto para la adjudicación de la planta de 2 hectáreas ubicada en General Campos que cuenta con Molino, maquinarias, silos y una capacidad de almacenaje que es la envidia de la región, se procedió a la apertura de sobres para rubricar los contenidos y controlar si las ofertas cumplían con los recaudos formales. En ese proceso fueron retirados dos oferentes por no cumplir con los aspectos formales (Raúl Sánchez por no haber incluido dentro del sobre la boleta de depósito del 10% de su oferta y Luis Mazurier debido a que su oferta no cumplía con el precio mínimo) y Alejandro Pavón, aparentemente el cabecilla de la legión de La Liga, que se encontraba en la sala sin ser acreedor, ni oferente, ni patrocinador. Es decir, no tenía nada que hacer en ese lugar.
La mejor oferta inicial fue la presentada por la Cooperativa Arrocera de San Salvador por una suma de $ 530.000. Como la modalidad preveía una puja entre todos los que mejoraran la oferta y un plazo de 20 días para pagar lo ofrecido, si el primero no pagaba se adjudicaba al segundo, pues bien, los miembros de La Liga complotados, se quisieron aprovechar de esa modalidad. Es así que, mejoraron la oferta inicial: Cattani la elevó a 560.000 y acto seguido el “inesperado” Etelman pegó un salto alevoso en la oferta pasando a ofrecer $ 2.000.000 abriendo las ofertas en dos.
¿ Dónde estaba la trampa ? Era imposible que la cooperativa u otros ofrecieran un monto mayor a 2 millones, no era negocio, se retiraban. Seguidamente, el que ofrecía 2 millones se borraba, no depositaba nada ¿ que hace el juzgado en ese caso ?, llama al segundo (también de la Liga) el que había ofrecido apenas 30 mil pesos más. Una trampita perfecta para desprevenidos que, en este caso no funcionó.
Advertida la estrategia del pseudo-oferente que, a lo hechos remitidos, apostaba a constituirse en postor remiso, los abogados locales pidieron a la juez de la causa que se HABILITARA la puja por la segunda mejor oferta, cosa que así sucedió, frente a las quejas de La Liga y griteríos del inversor “trucho” que en nada lo perjudicaba que se puje por establecer el segundo orden (si es que realmente tenía la intención de integrar el monto ofrecido).
“Hija de P…” “Yo tengo cuatro hijos, la P…” “No sabés lo que estás haciendo” “Ahora va a empezar a correr sangre, porque para nosotros la sangre es plata” y un largo etc fueron los improperios murmurados entre dientes apretados -lo suficiente fuertes para que no llegaran a oídos de la jueza- y camuflados bajo los gritos y quejas de parte de los miembros de la Liga que, ahora sí, al unísono y dejando de manifiesto sus vinculaciones, dirigían hacia la síndico y los abogados patrocinantes.
Dicen que antes que se desatara el escándalo en la audiencia, Pavón, el supuesto cabecilla, que había sido retirado de la sala, le habría dicho a Sánchez, quién también había sido retirado pero por cuestiones formales, que no se preocupara porque ellos (¿?) podían venderle el Molino a un buen precio…
La puja por la mejor segunda oferta desbarataba el ardid de La Liga. La jugada era dejar a todos perplejos con una oferta de dos millones que luego no se efectivizaría haciendo uso de la figura del “Postor Remiso”. Así, La Liga se hubiera quedado con el molino por la vil suma de $ 560.000 de Cattanni más la pérdida del 10% de los 481000 de la oferta inicial de Etelman. Es decir, por una suma irrisoria de $608.100.
Una trampa que, de salir bien, habría perjudicado el interes de los acreedores, el fisco, los rematadores, los abogados y el sistema en su conjunto. La liga se hubiera aprovechado de un vacío jurídico en un acto no delictivo ya que sus conductas no estarían tipificadas en el código penal, lo que no significa que sean correctas. “Ellos conocen muy bien cuál es el límite entre lo legal y el delito. Ellos se cuidan de no caer en el delito de amenaza, de asociación ilícita, pero sus conductas son de carácter mafioso. Ellos se aprovechan de un mecanismo legal antiquísimo como es la subasta pública, los bienes de los deudores o la quiebra para terminar haciendo un contrabando jurídico (sic). Usan la ley para hacer trampa”, explicó a Debate y Opinión el abogado.
Viendo como se desbarataba el ardid, Etelman, retiró su oferta y quedó excluido del acto. Pero la liga no se entregó tan fácil y Catanni siguió pujando contra los otros oferentes, dirigido por Pavón que, desde el otro lado del vidrio de la sala, desplegaba improvisados carteles con la suma que había que ofrecer en cada apuesta.
El molino arrocero fue adjudicado finalmente a la Cooperativa Arrocera de San Salvador S.A. en la suma de $1.251.000, un precio acorde con la tasación judicial realizada oportunamente en $1.275.000.

La Liga
Navegando por internet es fácil descubrir de qué se trata la liga de rematadores. En su página oficial (www.liga.com.ar) además de encontrar todo tipo de información acerca de remates, licitaciones, costos de construcción, cotizaciones de propiedades según el barrio, la zona o el lugar del país dónde se ubiquen, los nombres de los martilleros de todo el país y una sección entre desopilante y bizarra dedicada a la educación sexual, la página tiene varios mensajes sugestivos del tipo: “Operamos en capital y provincia, estamos en cada remate, solicite que lo asesoremos logrando excelentes resultados. no desestime la posibilidad de conocer las infinitas variantes que obran en nuestro bagaje de conocimientos, consulte antes de realizar una operación, recuerde la información asegura el éxito” o “Solicite información sin registrarse sobre remates judiciales, próximas exhibiciones, informes o conflictos jurídicos, «antes o después» del remate incluya teléfono de línea para su mejor atención” o “Consúltenos sobre las infinitas posibilidades de éxitos logrados a través de licitaciones y mejoramiento de precio donde podrá hacer excelentes operaciones” o elementos emergentes que avisan que “La Liga te está cuidando”. Para ser precisos, se encuentra mucha información excepto la de quienes son todos los integrantes de La Liga.
Según declaraciones del presidente de la Corporación de Rematadores y Corredores Inmobiliarios, Alberto Bieule, esta organización opera cerca de la entidad con el objetivo aparente de presionar a eventuales compradores de propiedades. “Son personas que actúan cerca de la Corporación de Rematadores y que presionan a eventuales compradores”, contó a Radio 10 el pasado 9 de noviembre
«Cuando hay presión hay mafia. Ellos buscan presionar a la gente, para tener diferencias. Presionan a la gente en la entrada, en la vereda, en la calle y nosotros tenemos que hacer esfuerzo desde adentro, para transparentar las operaciones», consignó Bieule en dicha entrevista.
El mismo día, el diario La Nación publicó que, «La Liga», en general, trabaja para estudios inmobiliarios.
La Liga es conocida por todos en el ambiente de los remates judiciales. El propósito de sus integrantes es presionar y asustar a los posibles interesados en participar de las subastas para que desistan y no concurran. De esta manera, se asegurarían que haya pocas ofertas y que el precio final del inmueble termine en un buen negocio para ellos. La subasta se arregla puertas afuera, La Liga sólo necesita saber cuánto dinero uno está dispuesto a ofrecer por el inmueble y ellos se encargan del resto.
Debate y Opinión tuvo conocimiento de que un gran empresario citrícola local habría adquirido una quinta en zona de Calabacilla, de la desaparecida Pindapoy por intermedio de las “gestiones” de La Liga. En síntesis, la Liga (a quien no todos conocen) ofrece facilitar las cosas, evitar el desgaste de ir a un remate con la ventaja de comprar más barato.
“Una mafia dedicada a beneficiarse simulando que las propiedades subastadas se venden al mejor postor, pero acordando de antemano precios más bajos que los del mercado… no permiten que haya ofertas democráticas, reales. El tema de cómo se manejan es viejo y archiconocido, compran a precios viles”– Acusó entrevistado por Página/12 Carlos Liberman, ex director ejecutivo de Fedecámaras–. (Página /12. 24 de diciembre de 2002).

La última visita “ruidosa” de La Liga a Concordia se dio en oportunidad del remate del hipódromo de Cambá Paso que ganaría finalmente la Sociedad Rural cuando su presidente era Martín Fagalde. Las versiones indican que el por entonces presidente de la Sociedad Rural fue tentado a no ofertar y negociar la compra del inmueble después del remate. El Mensaje de la Liga al ex presidente de la Rural habría sido similar al recibido por los abogados patrocinantes, más o menos así: “Tenés que arreglar con nosotros porque, de otra manera, va a ser muy difícil que tu oferta gane y si gana, vas a perder plata porque vas a pagar un precio alto”. En aquella oportunidad la “negociación” tampoco prosperó pero dio inicio a una serie de aprietes y “promesas” hacia Fagalde que tuvieron su cúspide de tensión en pleno remate del hipódromo no llegando a mayores por la cámara testigo de un periodista que habría calmado, con sus flashes, los ánimos de los muchachos de La Liga.
En Buenos Aires, en cambio, los modos de persuasión pueden llegar a ser muy violentos según surge de las páginas de los diarios capitalinos cuando uno busca información al respecto en la web.
Hay versiones que indican que La Liga habría arribado por primera vez a Concordia bajo la carta de presentación de dos muy importantes rematadores y agentes inmobiliarios de la ciudad. Incluso uno de ellos habría pagado de su bolsillo un vidrio roto por uno de los integrantes de la Liga en un hotel céntrico.
Piensen en La Liga, en “las infinitas variantes que obran en su bagaje de conocimientos para lograr excelentes resultados”. Imaginen el escenario que podría presentarse cuando finalice la prórroga para la ejecución hipotecaria de viviendas únicas, que vence el próximo 30 de noviembre. Escalofriante. Alarmante.

Entradas relacionadas