En la tarde de ayer ingresaron al hospital San Roque con pocos minutos de diferencia dos niños que habían padecido graves lesiones a causa de mordeduras.
A las 16.30 llegó al nosocomio una nena de 8 años. La misma fue mordida por un perro en la casa de su tía y abuelos en una situación en la cual el animal se pudo haber asustado o molestado al momento en que la menor jugaba con arena.
El bull terrier de porte mediano, y considerado perro peligroso, se encontraba en el interior de la casa ubicada en Antonio Crespo, perteneciente al presidente de la comisión vecinal del barrio José Hernández, Raúl Maccarone, quien es abuelo de la víctima.
La niña, que vive en calle Mendoza, debió ser internada y por el tenor de la lesión en la pierna derecha se le iba a practicar una intervención quirúrgica. La mordedura del tamaño de un puño determinó que se le practicaran 20 puntos de sutura.
A las 17 se produjo el ingreso de un nene de 10 años que fue herido en la pierna derecha. Se destacó que el ataque lo realizó un perro ovejero belga en barrio Biguá. El menor había ido a vacacionar a la casa de su tío, cuando en medio de un juego con una pelota, el animal la atacó y según se admitió desde la Policía “el perro se comió el pedazo de piel y carne de la pierna”.
El nene fue internado para ser intervenido, por lo que se dio participación a la Justicia y el veterinario.
