La falta de reconocimiento presupuestario de cargos docentes produce desequilibrios financieros en institutos que dependen del aporte económico oficial.
El costo de la educación privada en Entre Ríos todavía no encuentra su techo a pesar de las subas que se registraron a comienzos de año. La razón para las subas que ya están aplicando los colegios se relaciona con el desfase financiero que soportan en sus administraciones, a raíz de lo que entienden como “retraso” del Gobierno en reconocer presupuestariamente los cargos docentes y las horas cátedra de su planta funcional.
Por el principio de subsidiariedad que rige en el sistema educativo, el Estado toma a su cargo el pago de salarios, y los privados cargan con el mantenimiento de la infraestructura edilicia. Pero esa ecuación hace agua desde hace por lo menos una década.
El 10% para un 25%
La oferta educativa de los privados representa en Entre Ríos el 25 % del sistema, con más de 76 mil alumnos y alrededor de 400 institutos de enseñanza, pero sólo se llevan poco más del 10 % del presupuesto educativo de la Provincia (poco más de 100 millones sobre más de 1.000 millones). Aunque no todos los cargos docentes de los privados son abonados con fondos públicos: una porción importante se costea con la recaudación por el cobro de cuotas a los alumnos, aunque el alto nivel de morosidad es el talón de Aquiles para las administraciones de esos colegios.
En ese esquema, muchos colegios están aplicando subas en las cuotas que pagan los padres de los alumnos, como forma de equilibrar sus cuentas, sobreexigidas después del último aumento docente que significó llevar el mínimo de bolsillo para el maestro de grado de 850 a 1.040 pesos.
El padre José María López, apoderado legal de la Escuela El Buen Pastor, ubicada en Artigas al 1700, admitió que la suba de la cuota que se aplicó este mes, que se dio en un monto “mínimo” de entre 1 a 3 pesos, se resolvió por cuanto con los recursos actuales “no llegamos a cubrir los sueldos. La medida, sin embargo, no alcanza por ahora al Instituto San José Obrero, la otra institución educativa que el religioso tiene bajo su responsabilidad.
Cargos no reconocidos
La piedra de toque que dispara los desequilibrios financieros es, como siempre, la existencia de cargos no reconocidos presupuestariamente por el Estado. “En el caso del Instituto San José Obrero tenemos dos cursos completos, 4º y 5º años, y en El Buen Pastor, un 5º año que no tienen reconocimiento económico. Eso provoca que con los actuales recursos estemos cada mes cerrando al borde. Por eso decidimos este aumento, que es mínimo y que fue dialogado con los padres”, subrayó el sacerdote.
Osvaldo Bodean, presidente de la Asociación de Escuelas Públicas de Gestión Privada, aceptó a EL DIARIO que la incertidumbre respecto del giro de fondos a los institutos de enseñanza no oficiales deriva en la necesidad de muchos establecimientos de retocar el monto de las cuotas que cobran. “Hasta que no haya una respuesta concreta al pedido de mayores recursos que hicimos al Gobierno, ninguna escuela podrá evitar los aumentos”, señaló. Y añadió: “Todo dependerá del respaldo que tengan. Si no tienen mucha espalda, deberán aumentar”.
La actualización del salario docente es, a juicio de Bodean, el motor que sube el valor de las cuotas. “La realidad es que las escuelas desde hace rato están aumentando los aranceles. Porque además, si bien hubo un aumento en el reconocimiento de cargos, todo llega muy lento, y tarde”, explicó.