Si bien en una primera instancia se hablaba de un balazo en la ingle, finalmente se confirmó que el tiro ingresó por la espalda, aunque dado el calibre del proyecto, es probable que la trayectoria de la bala halla afectado zonas de la entrepierna, donde hay arteras con tal nivel de presión, que el sangrado se vuelve casi imposible de frenar. Esto es porque el calibre 22, es propenso a “Rebotar” con las superficie óseas y cambiar de dirección dentro de la victima.
De acuerdo con los dichos de la propietaria del local, que es la testigo clave del hecho, Soto habría llegado en estado de ebriedad, y la pelea con Kobar, se originó por una mujer.
el autor del hecho ya está a disposición de la Justicia.