Otra estación de servicio que colgó las mangueras definitivamente

“En 1996, 1997 veíamos como se abrían continuamente estaciones de servicio nuevas. A partir de ahí comenzaron a cerrar y a partir de 2001 se empezó a complicar aún más y en la actualidad los cupos, en el caso nuestro de YPF, en este momento tenemos una cuotificación de combustible que está en un 20 % menos comparada con el 2009. O sea que nos están mandando menos combustible todavía”, dijo. Además acotó que las estaciones que abren en la actualidad, que son muy pocas, son de las mismas petroleras.
“En los últimos tres años han cerrado 1680 estaciones de servicio. Esto tiene que ver con el tema del precio del combustible”, indicó. “Los costos fueron subiendo, tanto laborales como de mantenimiento y aparte se han sumado cosas como inspección de tanques, controles. Todos esos fueron costos que se fueron sumando al costo inicial que tenía una estación de servicio. Sumado a esto que el precio no subió, el margen se achicó muchísimo.
“Por lo cual la consecuencia lógica es el cierre de las estaciones y la pérdida de puestos de laburo”, indicó. Cada estación de servicio como mínimo genera trabajo de 12 a 14 puestos de trabajo. “Así que en el país se han perdido varios puestos de trabajo”, señaló Saliva.
Además señaló que la cotización de combustibles “está haciendo estragos”. “Continuamente estamos viendo que hay poca cantidad de combustibles en las estaciones de servicio y la gente hace cola para cargar”, indicó. A ello le agregó al mayor demanda de combustible. “Hay más autos en la calle. La situación se va tornando crítica y si no se toma una solución como la importación de combustible me parece difícil de solucionar”, expresó.
Saliva a puntó a trae combustible de fronteras afuera porque el autoabastecimiento está “complicado”. “Cuando tomás una determinada cantidad de petróleo, sacás una determinada cantidad de gasoil y una determinada cantidad de nafta. Hoy ya tenemos que traer gasoil de otro lado y en la actualidad, con la poca prospección petrolera que se ha hecho en los últimos años estamos en una situación complicada. Lo único que puede solucionar el tema, por lo que conozco, es que se importe combustible”, reafirmó.
El inconveniente estriba en que cuando se trae combustible de importación, se paga un precio internacional. “Nosotros vemos que en los países vecinos el precio de los combustibles ronda a valores de pesos argentinos los $ 7, $ 7,50. Está bien que por ahí se puede sobrellevar corrigiendo la carga impositiva. Recordemos que en los combustibles la carga impositiva ronda el 56 %. Si se corrige eso quizás se pueda mantener a ese precio”, indicó.
“Hay un camino que puede ser bajar la parte impositiva pero hoy por hoy al estacionero, con esos precios, hay que aumentarle el porcentaje que le deja el combustible. No veo otro camino”, manifestó Saliva. “O se sube el precio para que las estaciones de servicio se corrijan».

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