Durante tres años los docentes debieron dar clases en diferentes lugares debido a que la parte histórica del edificio estaba en proceso de refacciones. “El año pasado estuvimos estrenando la puesta en valor de la escuela y comenzamos a trabajar nuevamente”, indicó la delegada.
Pero la obra no estaba terminada ni entregada. Y a fines de año comenzaron los inconvenientes en no menos de dos aulas en la parte superior y una en la inferior. El agua ingresa por el techo de las aulas superiores, recorre las paredes y se deposita en el suelo. Eso ha provocado que comience a levantarse la madera que fue colocada en el piso que, a su vez, reemplazo a la pinotea que existía.
En las preceptorías también se llueve y el agua ingresa en los ventiladores de techo. “No sabemos en qué condiciones quedan las instalaciones eléctricas luego de humedecerse de ese modo”, dijo.
“Los baños también están complicados. Son nuevos pero hay partes que sean caído, se han roto y el uso que se le ha dado ha sido menor, menos de un año”, indicó la delegada. A eso hay que añadir que hay bombas de agua rotas. “No tenemos agua para toda la escuela. Tenemos en algunos baños pero no en la mayoría porque se rompieron algunas bombas con los cortes de agua que hubo en el verano”, dijo.
La obra necesita una revisión general. “No sé si tiene que ver con las tejas, las chapas o que arriba pero evidentemente hay algo que no está funcionando como tiene que funcionar”, reflexionó.
Las aberturas tampoco están en condiciones. “Hay algunas que no se pueden abrir y hay otras que hay que ponerles un palo para sostenerlas como en la vieja época”, dijo Chapitel.
Otra cuestión adicional que falta mobiliario en el establecimiento. “Cuando se la entregó a la obra se la entregó sin el mobiliario necesario para poder contener a todos los estudiantes, sobretodo los ingresantes de primer año”, indicó la delegada. La obra incluía los bancos pero alguien decidió enviarlos a otras escuelas de la provincia mientras se realizaban las refacciones y no retornaron hasta el momento.
Esta tarde se llevará a cabo una asamblea informativa en la que los directivos darán cuenta en forma detallada de la situación. “No estamos en condiciones de contener ni a los chicos ni a los profesores en estas condiciones”, dijo.
A todo lo expuesto hay que añadir que en el sector que no recibió ninguna refacción, ubicado sobre la parte trasera del edificio, también hay inconvenientes similares como filtraciones de agua en las aulas.