Finalmente, Salduna quedó con su vehículo del otro lado del piquete y su esposa pasó caminando a la espera de subirse a un remise que la acerque a la ciudad para participar de la situación familiar que motivó el rápido regreso de las mini vacaciones en el Uruguay.
El intento de agresión se produjo luego de una discusión en la que «cuando ya me retiraba del lugar y ante la afirmación de uno de ellos, yo le respondí : vos mejor andá a laburar». Fue ahí, siguió contando Salduna que «un joven tomó un hacha y se me vino encima, profiriendo además todo tipo de insultos en mi contra».