“La interpelación, la demanda y el reclamo que las minorías con identidad sexual diferente nos han hecho y vienen haciendo en nuestro país, son merecedoras de nuestra atención”, dijo la legisladora. Luego indicó que no se trata de una consideración bondadosa o una especulación. “Tenemos que hacerlo porque indudablemente hay una situación de injusticia y de discriminación, de desigualdad ante la ley y no hay razones valederas efectivas para que estas respuestas no las demos y nos demoremos en darlas”, señaló Osuna en su discurso en el recinto.
Al mismo tiempo, indicó que están dando un debate estrictamente político, porque ponen en cuestión atribuciones básicas del estado de derecho y del sistema democrático. “De ningún modo pretendemos llevarnos a poner en cuestión o analizar principios morales o religiosos”, señaló. “De lo que estamos hablando es de derecho; de la responsabilidad del sistema democrático en relación a las minorías. Y justamente con minorías discriminadas”, aclaró Osuna.
En este sentido hizo una especial referencia hizo a los entrerrianos que han tenido que venir a vivir a Buenos Aires casi a escondidas, por vergüenza, por no tener soporte que los respalde. “A las madres que han descubierto en sus hijos, con el dolor y la presión cultural que significa el reconocer una identidad sexual diferente. Y quiero tenerlos presentes, porque vale la pena”.
Por otra parte, explicó que el matrimonio es un contrato entre particulares. “Lo fue antes que la religión lo adoptara y lo es ahora después de las modificaciones que justamente tuvo la ley civil que nos rige a los argentinos”, indicó.
“Se ha planteado en algunos casos que la palabra matrimonio que viene de Mater y significa madre, sea de algún modo una razón lingüística o de fundamento etimológico que limitaría la posibilidad de que quienes tienen una identidad homosexual accedan al matrimonio. Si nos rigiéramos por la etimología, la verdad es que la institución jurídica del patrimonio alcanzaría exclusivamente a los varones porque proviene de pater y así en infinitum podríamos argumentar razones etimológicas, que la verdad no hacen más que justificar lo injustificable”, explicó.
Más adelante señaló que: “cuando planteamos que efectivamente estamos en situación de atender a las minorías, estamos frente a un desafío y una responsabilidad que nos interpela severamente. Hay quienes plantearon en algún momento que una posibilidad de resolver indudablemente un debate sensible para nuestra comunidad es convocar a una consulta popular”.
“Los que desde el catolicismo nos planteamos dar una respuesta positiva a la ley lo hacemos desde la convicción de que si hay una forma hermosa, comprometida y sincera de responder a los principios de nuestra fe, es justamente dar la mano a los humillados, ¿y quiénes más humillados que quienes han sido calificados como desviados, enfermos, incorrectos?”, expresó.
