Indicó que todo comenzó con «un proyecto en el que mi tarea básica era la comunicación». Pero las cosas crecieron y con ellas su relación con el actual intendente, lo que generó la chance de ser nominado para el cargo.
«Hasta ahora no me ha desilusionado (García) y por eso es que lo estamos acompañando» indicó, y analizó que la tarea de este gobierno «pasa por el sentido común, la investigación permanente, entender a la gente, más allá que se discuten cosas y, a veces, con fuerza».
«Yo no llegué aquí para ser incoherente con algunas premisas que considero básicas y siempre defendí desde el micrófono», afirmó Arnau, al tiempo que dijo ser consciente que «mi trabajo puede durar unos meses o llegar al fin de esta gestión, pero yo no estoy pegado a este sillón y si debo irme porque las cosas se plantearan de otra manera, me iré».
Sobre su gestión dijo que «la autoevaluación es permanente» y agregó que «pensamos que siempre hay que decir la verdad a la gente y transferir participación», aunque »el balance lo hará el ciudadano».
«Con Juan (García) tenemos una relación adulta» aseguró y planteó que cuando vuelva al micrófono «lo haré con el estigma de tener una opinión subjetiva. Sé que será así, pero a pesar que la jugada era fuerte, pensé que debía jugarla».