Si finalmente se concretan los bloqueos sorpresa anunciados anteayer, la Prefectura tiene instrucciones precisas de deberá «labrar la actuaciones contravencionales de rigor», «identificar a los imputados» e «intimarlos al cese de la conducta ilícita». Si los manifestantes «persisten en su accionar», la orden es «hacer uso de la coacción directa» y proceder «a la aprehensión de las personas involucradas». Así lo informaron fuentes de la fiscalía.
Esta disposición se hizo pública ayer, pero fue firmada el miércoles de la semana pasada, cuando los vecinos de Gualeguychú empezaron a discutir la posibilidad de bloquear a Buquebús.
Los fiscales Lapadú y Unrein son los mismos que, en febrero de 2005, ordenaron a la Policía Federal que hiciera cumplir el artículo del Código Contravencional que dice que los piqueteros no pueden llevar palos, cortar calles sin previo aviso, ocupar edificios ni intimidar a peatones.
En este caso, la justicia porteña tiene competencia puertas afuera de Buquebús, pero no dentro de la terminal. Por eso, la orden de los fiscales dispone frenar a quienes «obstaculicen el ingreso o la salida de lugares públicos o privados y/o afecten el funcionamiento del servicio de transporte».