El diputado Alberto Asseff fue uno de los primeros en referirse al tema, al proponerle públicamente a su bloque que deberían ausentarse de la ceremonia, algo que sería inusual en la historia parlamentaria.
“La presidenta va a hacer un larguísimo relato en el marco de una movilización partidista adentro y afuera del Congreso desnaturalizando el acto institucional”, anticipó el legislador, que considera que “la oposición no debe prestarse a ese montaje escénico”.
Otros opositores se manifestaron con mayor cautela. El jujeño Gerardo Morales, jefe de los senadores de la UCR, sostuvo a La Nación: "mi idea es que debemos estar presentes, pero ante la primera agresión tendríamos que tomar alguna actitud. Eso es lo que vamos a decidir en los próximos días".
En tanto, el senador puntano Adolfo Rodríguez Saá, jefe del interbloque de peronistas disidentes, afirmó: "creo que tenemos que ir, pero advirtiendo que no vamos a aceptar ningún desvío institucional".
El ex presidente se refirió a las ceremonias donde la militancia kirchnerista insultó a legisladores de la oposición, tal como le sucedió a Victoria Donda o a Sergio Massa cuando asumieron como diputados en 2011 y 2013, respectivamente.
Cabe recordar que, ante la misma amenaza opositora, la militancia kirchnerista recibió al arco opositor con pétalos de rosas durante la última Asamblea Legislativa.