Las alarmas de los móviles policiales, los primeros en llegar, y luego de los bomberos modificaron por unos minutos el ritmo normal de la mañana sabatina. A media cuadra de la peatonal, el humo que escapaba del vano motor del Gol generaba inquietud entre los transeúntes que pasaban por el lugar. No obstante, la tarea que llevaron a cabo quienes portaban los extintores evitó que el fuego ingrese a la carrocería, generando pérdidas irreparables.