El senador nacional Arturo Vera (UCR. Entre Ríos) nos tiene acostumbrado a culpar al peronismo de todos los males de nuestro país. Esta visión revela en primer lugar un desconocimiento de los movimientos nacionales y populares que han marcado la historia nacional, además de una interesada visión conservadora de la política, a contrapelo de los fundadores del partido que dice pertenecer. De modo que hoy es el turno de la crítica al sistema jubilatorio implementado a partir del año 2003 por el presidente Néstor Kirchner.
El senador Vera afirma que casi el 80% de los jubilados cobra la jubilación mínima. Con esta afirmación omite la responsabilidad pública que le cabe como un profesional de la política, el cual usufructúa posiciones de poder hace más de 25 años, de analizar la evolución de la jubilación mínima. El haber mínimo jubilatorio se ubicó tras el último aumento anunciado por la presidenta Cristina Fernández en 1.684 pesos, lo que posicionó a esta jubilación a menos de 9 puntos porcentuales de alcanzar el tan ansiado 82 por ciento móvil, por el que el kirchnerismo viene bregando desde 2003. Mucho tuvo que ver en todo esto la Ley de Movilidad Jubilatoria, sancionada en 2008 a instancias de la Presidenta, que estableció dos aumentos anuales, los cuales desde ese momento y hasta la fecha acumularon un incremento de 144,49 % (por ciento). Cabe recordar las críticas de la oposición en cuanto a que iban a ser ajustes mínimos, y hoy es irrefutable que desde 2003 la jubilación mínima aumentó un 1025 %, dando cuenta que para este gobierno los jubilados son prioridad.
Asímismo, el senador omite el dato político, no menor, que por decisión de éste proceso encabezado por Néstor Kirchner y continuado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, hoy 2.500.000 nuevos jubilados, que tenían aportes parciales, cobran la jubilación. La cantidad de jubilados y pensionados creció de manera significativa en un 81 %, llegando a casi 6 millones de personas. La argentina tiene la tasa de cobertura previsional más alta de América Latina, alcanzando el 90 %, y la inversión en la seguridad social supera el 10 % del PBI. Para el gobierno nacional los jubilados son prioridad desde el año 2003, y los gobiernos que el senador Vera integró no solo congelaron las jubilaciones, sino que fueron quienes descontaron el 13 % de los haberes previsionales y, como dice el director general del ANSES, Diego Bossio: “Los que critican nuestras políticas previsionales son los mismos que destruyeron el ANSES y además les molesta que haya 2 millones y medio más de jubilados”.
Es imposible no dar cuenta de la deshonesta intención que encierra la expresión del senador cuando dice: “el Gobierno ha elegido sacrificar a los jubilados porque con la masa de dinero que maneja la ANSES hacen un uso tal como si fuera una caja del Tesoro Nacional”, ocultando el sentido mismo que representa nuestro sistema previsional, solidario Inter-generacionalmente. El presupuesto de ANSES se compone de la siguiente manera: el 58% surge de aportes de los trabajadores y de las contribuciones patronales mientras que el 42% restante proviene de impuestos que alcanzan a toda la población, como el IVA, Ganancias y el impuesto a los combustibles. Por eso, resulta incorrecto sostener que estos fondos pertenecen únicamente a los jubilados, ya que en realidad proceden de la actividad económica de todos los argentinos.
En relación a la Asignación Universal por Hijo y la entrega por parte del Gobierno Nacional de computadoras a los alumnos de escuelas públicas, el senador Vera se define y posiciona, junto a lo peor del pensamiento conservador, denostando así el rol del Estado como el actor responsable de resolver las inequidades y desigualdades que surgen del salvaje sistema capitalista. Esta discusión ameritaría un interlocutor más instruido y en sintonía con los nuevos vientos de la política continental, y no un nostálgico y retrogrado dirigente con ínfulas elitistas con un discurso recubierto de una rancia pátina seudo nacionalista, desde el cual juzga políticas públicas destinadas a forjar inclusión, educación, equidad y justicia social.