El pasado miércoles, en un acto realizado en Buenos Aires, se realizó el lanzamiento formal de las obras de la Autopista Mesopotámica. La obra cubrirá la zona que va de Ceibas hasta Paso de los Libres (Corrientes). Son unos 500 kilómetros y el costo es de alrededor de 500 millones de pesos. Con estos valores es fácil calcular que cada kilómetro -siempre en números gruesos- costará alrededor de un millón de pesos, por lo que los 100 metros tendrán un costo de 100 mil pesos.
La autopista incluye la construcción de intersecciones, retornos, puentes, etc., debiéndose construir puentes de gran porte, alcanzando algunos a la altura de 10 metros, con el consiguiente gasto en lo atinente a terraplenes, ya que será menester un gran movimiento de suelo, sin olvidar que el proyecto está diseñado para soportar tránsito pesado. Con todo esto, los 100 metros costarán alrededor de 100 mil pesos.
Ante estos números y seguramente porque no somos ingenieros o técnicos en construcciones, no alcanzamos a entender el o los por qué la obra de pavimentación que se piensa realizar en Chajarí es tanto más cara. De acuerdo a lo que dijera oportunamente el concejal Pedro Galimberti, cada cuadra -o sea, cada 100 metros-, costará alrededor de 200 mil pesos.
Estamos, entonces, hablando del doble del costo de los 100 metros de autopista.
Por supuesto que alguien podrá decirnos que el asfalto es más barato que el pavimento. Es cierto, pero la diferencia de costos no cubre la brecha de la que estamos hablando. Además no hace falta ser profesional para darse cuenta que el proyecto de pavimentación que se piensa realizar en Chajarí no incluye la construcción de las obras de arte que exige la autopista e incluso el proyecto no considera una carpeta que soporte el tránsito pesado.
Pensando en el pavimento, no entendemos tal diferencia.
Vale apuntar que los ediles de la oposición presentaron en su momento una alternativa de obra mucho más barata, pero su propuesta ni siquiera fue considerada para discutir.
Recordábamos, además, la existencia de una planta de pavimento en la Municipalidad, adquirida en la gestión de Daniel Tisocco y que fuera puesta nuevamente en funcionamiento en la gestión de Pedro Moix. ¿Qué será de la vida de ella? También recordábamos que alguna vez se habló de crear una secretaría de pavimentación, o como quiera llamársela, e ir construyendo cuadras.
En suma, pensando en el pavimento de Chajarí no pudimos menos que unir a esta obra los costos que nos eran informados al respecto de la autopista y, la verdad, no entendemos el por qué de tanta diferencia.
Sí sabemos que la ciudadanía tendrá que hacer frente a esos costos y que tal vez ellos podrían ser menores. Insistimos en que la obra debe hacerse, pero merece ser reconsiderada.
Si es posible construir la misma obra con costos más bajos, ¿cuál es el motivo que lleva a no considerar la posibilidad de que haya alternativas menos costosas?