La ONU ha descrito esta operación como "una medida desesperada en tiempos desesperados" y ha asegurado que el cambio de las condiciones climatológicas y unos vientos fuertes e inesperados impidieron el suministro adecuado de la ayuda humanitaria, que contenía frijoles, sal, arroz y aceite.
Naciones Unidas informó que realizarán otro lanzamiento tan pronto como sea posible, debido a que los terroristas del Estado Islámico tienen cercadas a 200 mil personas en Deir ez Zor y sus habitantes sufren grave escasez de alimentos y un rápido deterioro de las condiciones de vida.
En Contexto
El representante de Siria en la ONU, Bashar Jaafari, denunció que las potencias occidentales usan el tema humanitario para propiciar un cambio de gobierno en el país.
En una entrevista para el diario El País, el presidente Bashar Al Assad informó que desde el inicio del conflicto hace 5 años su gobierno ha estado enviando ayuda humanitaria a las regiones tomadas por los grupos terroristas.
El Gobierno sirio acusó a los grupos terroristas de robar la ayuda destinada a la población de las localidades que permanecen bajo su control, de repartirla entre sus simpatizantes y de usar a la población civil como escudos humanos para evitar las ofensivas del Ejército Árabe Sirio.
