Los militantes sociales de todo el país se concentraron en la plaza 1° de Mayo de Paraná luego de la concentración, se realizó un encuentro en la casa de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), donde se debatió la incidencia de los fundamentalismos en los asuntos de Estado, se definió insistir en la necesidad de un Estado laico y repudiar el proyecto de ley de libertades religiosas, que cuenta con estado parlamentario en la Cámara de Diputados de la Nación.
Sobre la iniciativa que se trata en el parlamento, Fernando Esteban Lozada, de la Asociación Civil Ateos Mar del Plata explicó que “la tolerancia hacia y entre distintos cultos no se logrará amordazando a los no creyentes mediante la intimidación, ignorándonos dentro de la legislación y no siendo considerados sujetos de derecho, negándonos privilegios a quienes no hemos encontrado la verdad por la vía de la revelación”. En ese sentido, indicó que la propuesta “ignora en su cuerpo la libertad de pensamiento, de convicciones y el derecho a no tener culto”.
Por su parte, Cristina Ferreyra, integrante de la Organización Civil Argentina Atea (Argatea), leyó un manifiesto laicista, donde denunció “los ataques a la libertad de conciencia; que las relaciones de la Iglesia católica con el Estado nacional se rigen por el Concordato firmado durante la dictadura de Juan Carlos Onganía y que se otorgan privilegios en la legislación a un credo particular”.
Además, repudió “la aprobación de la nueva ley de enseñanza religiosa en Salta” y apuntó que no se pueden seguir tolerando “los reiterados ataques públicos contra la mujer, contra el derecho a la anticoncepción y al acceso a la legislación que despenalice el aborto”.
En ese marco, apuntó que “también existe un ataque constante contra nuestras vidas, ya que desde el Vaticano se hace una apología retrógrada contra los controles a la maternidad propiciando así la propagación del VIH y, por otro lado, atacan el derecho a hacer lo que queremos con nuestro cuerpos y niegan al individuo a elegir su género y la sexualidad”.
En tanto, Andrés Miñones y Paola Raffetta de la campaña nacional de Apostasía Colectiva contaron la experiencia nacional de la iniciativa.
Resignificaciones y propuestas
Por otro lado, propusieron iniciar un proceso de resignificación de fechas y del lenguaje atravesado por los tres monoteísmos de occidente (judío, católico y musulmán), ya que el accionar teocrático no sólo reafirmó el engaño conceptual de los creyentes, sino que también se incorporó en estamentos laicos.
Además se propuso “derogar la legislación que beneficie a un culto particular; igualdad para todos los ciudadanos argentinos, sin manifestación o preferencia del culto católico, que le otorgue estatus preferencial; que se deroguen los acuerdos firmados con el Vaticano; que se garantice la libertad de conciencia; y que se cambie el discurso oficial por uno laicista y de libre pensamiento”.
El panel, que concluyó en un espacio de reflexión horizontal de quienes participaron, fue declarado de interés por el Decreto 47 del Honorable Concejo Deliberante de Paraná y apoyado por el Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi).