En la primera parte del documento, Oneto reconoce que el 28 de septiembre del 2004 asistió a una reunión efectuada en la UGL Concordia de PAMI, por invitación de la Dra. Patricia Ledo, en la que “nos encontramos con cinco o seis presidentes de distintos centros de jubilados”, agregando que “entre ellos fue presentado Julio Rampa, que hasta ese momento nadie conocía”, remarca. Posteriormente “la Dra Ledo manifiesta que se trataba de una reunión del ‘Consejo Asesor Ampliado’, lo que llevó a que el Consejero Federal, Jorge Ferreira, le preguntara ‘¿quién los eligió?’, respondiendo la Dra Ledo con su reconocido autoritarismo: ‘Yo los elegí’”, subraya Oneto.
Más adelante, explica que “esta situación y otras que se sucedieron más adelante motivaron que Ferreyra presentara su renuncia como Consejero Federal”, añadiendo que “algunos de esos cinco o seis invitados no se prestaron a participar de ese ‘engendro’ (Rampa sigue) por lo que hoy esos lugares los ocupan otros elegidos a gusto y paladar de la Dra Ledo”.
Con respecto al “Manifiesto de Concordia”, Oneto sostiene que “esto no es nada nuevo, aunque para Rampa sea una novedad, ya que este beneficiario tiene un total desconocimiento de la problemática del PAMI”, remarca, aclarando que el documento “recreaba viejos reclamos de jubilados y pensionados”.
El representante de los jubilados también niega haber defendido a Ledo en declaraciones periodísticas, argumentando que su defensa era para el nuevo modelo prestacional “en lo referido a la eliminación de las gerenciadoras y del cobro de Plus”.
Por otra parte, Oneto explica que en una reunión realizada en Concepción del Uruguay el 18 de diciembre del 2004 pidió la palabra “para reconocer que no todos los Centro de Jubilados tenían información sobre las gestiones de los Consejeros Federales”, donde además expuso una serie de inconvenientes familiares que lo turbaron “desde muy poco tiempo después de haber sido electo” y que le impidieron cumplir acabadamente con su tarea. En este sentido, aclara que esa explicación fue dada “no como justificativo sino para que de algún modo entendieran esta omisión”.
Con respecto a los $600 que cobra en carácter de viático, Oneto niega que se hayan conocido en esa misma reunión como sostiene Rampa. “Absolutamente nadie hizo mención a esta cuestión”, recalca, por tratarse de algo “por la mayoría conocido y no ocultado, ya que es el PAMI el que se hace cargo de dicha suma”, subraya.
En otro punto Oneto reconoce haber cambiado de postura junto otras agrupaciones de jubilados. ”Es evidente y notorio” y “tenemos muy buenas razones y fundamentos para ello”, resalta para luego agregar que, si bien acompañan el proyecto de la obra social, “no fuimos ‘lambetas’ ni ‘alcahuetes’ de la Dra. Ledo, como lo fue y sigue siéndolo el beneficiario Rampa”.
En cuanto a la solicitada cuyo costo, según Rampa, ascendería a los $ 4.000, Oneto retrucó: “Todos saben (menos Rampa) que este manifiesto fue publicado en el Diario El SOL, en el espacio de lectores, totalmente gratuito”.
Por último y en relación a la reunión realizada el 4 de de febrero pasado en el Sindicato de Músicos, negó haber arengado a los presentes, reiterando que en ningún momento hizo uso de la palabra.
Finalmente en el comunicado Oneto reproduce un diálogo mantenido ese día con Rampa, quien le habría dicho: “dejáte de joder vamos arriba y charlamos con la doctora”. A lo que Oneto contestó que el cambio de actitud lo habían resuelto “entre todos los que figuraban en el manifiesto, habida cuenta que pese al tiempo transcurrido, la Dra Ledo no supo o no pudo, tal como lo expresábamos, destrabar el conflicto”. Rampa retrucó: “Loco esa mina está muy apoyada de arriba, no te conviene ponerte en contra de ella”.
“A mí personalmente eso me tiene sin cuidado, mi lucha y la de los demás compañeros va a ser junto a los jubilados”, respondió Oneto, manifestándole sus intenciones de que “a pesar de nuestras posiciones debíamos mantenernos en un marco de mesura y respeto”.
“Lamentablemente Rampa no respetó este acuerdo”, comenta Oneto al final del comunicado.
