Mientras que el termómetro, al mediodía de hoy, trepaba a lo 39,2º; la sensación térmica llegaba a los 45º. Las jornadas anteriores fueron agobiantes, con temperaturas sumamente elevadas. En consecuencia, desde la guardia del nosocomio instan a la población a mantenerse guarecida de los rayos del sol durante la mayor parte del día.
Es sabido que un golpe de calor (cuando la temperatura corporal supera los 40º) puede afectar niños, ancianos, personas que padezcan obesidad y quienes ingieren medicamentos.
Desde el Masvernat no brindaron estadísticas acerca de quienes concurrieron manifestando patologías generadas por el calor. Graciela, la encargada, suministró cifras gruesas sin desglosar. Indicó que se atienden entre 150 y 180 personas diariamente en la guardia, pero sin discriminar las causas de las atenciones.
Lo único que manifestó fue que hubo muchos pacientes que presentaron síntomas relacionados con la ola de calor. Por ejemplo, quienes fueron atendidos por cólicos renales debido a la ingesta exagerada de gaseosas; o trastornos hepáticos por haber ingerido comidas no recomendables para días de mucha temperatura.
Además previno contra las deshidrataciones que se manifiestan en muchos ancianos. Para ello, recomendó beber no menos de 3 litros de agua por día. Por otra parte, también previno contra la hipotimia -hubo varios casos en estos días- debido a que la baja presión climática induce a las personas con problemas cardíacos a padecer también la baja presión circulatoria.
Es fundamental estar atentos a los signos que pueden delatar un golpe de calor: mareo, dolor de cabeza, fatiga, náuseas, diarrea o vómito, baja en la presión sanguínea, desmayos, pulso débil, pupilas dilatadas y palidez.
Los especialistas recomiendan, ante los primeros síntomas de mareo y desvanecimiento: acostar a la persona afectada en un lugar fresco, bajo techo, proporcionársele bebidas que favorezcan la rehidratación, como café con azúcar o agua con sal (1 cucharada de sal por litro de agua), bajarse la temperatura corporal con paños fríos o bolsas de hielo sobre la cabeza.
Si el problema empeora o si la temperatura corporal de la víctima aumenta rápidamente, se le debe quitar la ropa y pasarle una esponja mojada por la cara o, de ser posible, aplicar baños de agua helada. Luego, debe cubrírsele el cuerpo con una sábana mojada o rociarlo con agua fría. Debe mantenerse fresca y mojada a la persona hasta que su temperatura corporal regrese a la normalidad.
