De ser aprobado el proyecto, para la zona I la alícuota (el valor de la factura se determina multiplicando el porcentaje por el valor del inmueble) se iría de 1,35 % al 1,90 %. Para la zona II, del 1,15 % al 1.60 %. Para la Zona III, del 1 % al 1,40 % y para la Zona IV del 0,70 al 0,97 %. Asimismo se modifican los mínimos bimestrales: para la Zona 1 pasan de $ 28,50 a $ 40, para la zona II de $ 22 a $ 30, para la zona III de $ 17,50 a $ 25 y para la zona IV de $ 9,75 a $ 14. Aumentos similares se proponen para los mínimos que pagan los terrenos baldíos.
Para el consumo medido, hay propuestas de aumento de la tarifa para todos los consumos. Para la categoría A, los consumos que no superan los 30 m³ va de $ 18 a $ 25. Entre 31 y 40 m³, el valor de cada m³ pasa de $ 0,80 a $ 1,12; entre 41 y 50 m³ de $ 0,88 a $ 1,23; entre 51 y 60 m³ de $ 0,94 a $ 1,32 y superiores a los 60 m³ de $ 1 a $ 1,40. También hay incrementos para la categorías B, C y E.
La razón más importante del pedido de aumento es el incremento del déficit debido fundamentalmente al aumento de los gastos. Como ejemplo, comparados enero de 2008 con el mismo mes de 2009, el gasto en personal aumentó un 38 % (de $ 953.000 a $ 1.317.000). En bienes de consumo (insumos) pasó algo similar, de $ 90.000 pasó a $ 160.000 aproximadamente, un aumento del 76 %. No obstante haber disminuidos los gastos en bienes de capital y trabajos públicos, el gasto en la comparación entre ambos meses subió en un 31 %.
En el presupuesto 2009, se estimó que el gasto trepará a los $ 11.548.000. Y el déficit de la repartición fue calculado cercano al $ 1.450.000 y se contemplaba que sería cubierto con aportes no reintegrables. Si bien Obras Sanitarias es un ente autárquico, necesita del auxilio constante del municipio para cerrar sus cuentas.
Una buena parte del déficit se explica por la baja recaudación de la tasa. Un funcionario del Ejecutivo que hasta hace poco estuvo en el Ente explicó que en promedio el 55 % de los contribuyentes paga regularmente la tasa y se porcentaje asciende al 80 % cuando se trata del servicio medido. No obstante, el principal déficit proviene de la escasa o nula recaudación en algunos barrios. El año pasado, un concejal del oficialismo reconocía que la recaudación en los barrios periféricos cae al 20 %.