El corto camino de la decisión municipal
Aunque la ley 3001 señala a las “corporaciones municipales” como las encargadas de “la elaboración de planes, directivas, programas y proyectos sobre política urbanística y regulación del desarrollo urbano”; se pudo comprobar que actualmente la decisión, en la práctica, terminan tomándola una o dos personas que ostentan el poder y los proyectos no siempre recorren el circuito de los más idóneos para determinar la conveniencia de llevar adelante tal o cual obra
A modo de antecedente inmediato, podemos citar que en la gestión municipal anterior los proyectos de obras de infraestructura pasaban, al menos de un modo formal, por todas las áreas de la Secretaría de Planeamiento y Obras Públicas, como se puede comprobar en distintas resoluciones y ordenanzas de aquella época.
Lo cierto es que esta práctica calificada por muchos representantes de la actual gestión como un “capricho” o una “terquedad” del anterior intendente, no ocurre más y sólo algunas áreas intervienen en las decisiones.
El actual secretario de Planeamiento y Obras Públicas, Carlos Varela, explicó que “las obras de infraestructura pueden pasar por la Dirección de Arquitectura o por la Dirección de Ingeniería o por la Dirección de Planeamiento, que son las tres áreas de la secretaría”, detalló. “Depende del tipo de obras son las áreas que intervienen, esto no es un camino rígido que está cerrado”, añadió el funcionario que reconoce que “hay cuestiones que se resuelven a nivel del Departamento Ejecutivo”
El Concejo Deliberante tampoco interviene
Tampoco pasan estos proyectos por la órbita del Concejo Deliberante como ocurría hace tan solo unos años, cuando incluso las obras de la CAFESG eran aprobadas por el órgano municipal. Al respecto, Varela entiende que “el Concejo Deliberante es un órgano Legislativo y todo este tipo de cuestiones pasa por el Departamento Ejecutivo Municipal. No hay necesidad de que pase por el Concejo porque son obras que al haberse aprobado en el presupuesto anual y estando incluidos algunos de estos proyectos en el mismo, el Concejo ya cumplió su función más allá de que algún Bloque o algún concejal pueda pedir informes sobre determinada situación puntual”, detalló.
No obstante, las obras que financia CAFESG y las ampliaciones de estas obras, que son muy usuales, no están incluidas en el presupuesto municipal por lo que la atención del Concejo sobre estas inversiones queda librado a la voluntad de los ediles.
Así lo reconoció la presidenta de la Comisión de Obras Públicas del Concejo Deliberante Mireya López Bernis (PJ). “Por iniciativa mía invité a todos los concejales a la CAFESG donde nos presentaron los proyectos y fuimos recibidos por los técnicos de la provincia y de la CAFESG, donde todos pudimos ver lo que se iba a realizar. O sea, estamos en conocimiento de las obras porque fue iniciativa de este Concejo ir a conocerlas”, subrayó
La tendencia hormigonera de Concordia
En la época que vivimos el hormigón ha tenido un papel preponderante en lo que se suele llamar el “progreso” de las civilizaciones, esto es un fenómeno que actualmente se puede comprobar en la cara de felicidad de las vecinas cuando se inaugura el asfaltado o el cordón cuneta de un par de cuadras del barrio. Pero ¿seguirá teniendo el hormigón esas cualidades o será hora de empezar a poner en cuestión este patrón?
Está comprobado que la impermeabilización del suelo es uno de los mayores causantes de recalentamiento global por lo que esta tendencia comienza a revertirse en distintos puntos del mundo. Y esto no significa que se debe retornar al enripiado ni mucho menos, sino que se ensayan diferentes alternativas al simple encarpetado de superficies y desagües pluviales que lleven el agua hacia el río, a través de sistemas que favorezcan la absorción del agua en el trayecto de los cursos naturales de agua.
Un caso que ilustra la lucha de estas dos tendencias es el del arroyo Manzores, donde mientras la Municipalidad trabajaba en un proyecto de recuperación de la cuenca del arroyo, se aprobó una obra financiada por CAFESG en la cuenca alta de este curso de agua, tendiente a canalizarlo. Desde las dos instituciones se sostiene que ambas obras son compatibles. No obstante, la canaleta de hormigón que bajaba por la cuenca del Manzores y que ya costó más de $3 millones amenazaba con seguir adelante, y lo hubiera hecho de no mediar un pedido expreso del intendente Cresto para que se detenga en calle 25 de mayo.
Un precedente inmediato del fracaso de la tendencia “hormigonera” fue el entubamiento del arroyo Concordia, una obra que costó $15.000.000 al municipio y que a pocos años de su inauguración ya evidencia problemas para los vecinos.
Sin embargo, este tipo de obras que hoy son suplantadas en las viejas urbes que pretenden modernizarse son inauguradas con toda pompa en ciudades jóvenes como la nuestra.
El crecimiento del monstruo
Otro tema importante que puede traer consecuencias a futuro es el crecimiento desordenado que evidencia la ciudad, ya que se montan barrios enteros en zonas alejadas de la urbanización bajo el argumento de que los precios de los terrenos son muy altos en las zonas más cercanas.
Si bien se trata de un argumento válido, muchas veces las diferencias de valor entre unos y otros se acortan vertiginosamente a la hora de nutrir a los terrenos lejanos de servicios esenciales como luz agua, cloacas, gas y transporte público.
El climax de esta otra tendencia fue esta misma semana cuando el intendente anunció que se construiría una“ciudad satélite” en la zona de Villa Zorraquín luego de reunirse “con abogados, procuradores, agrimensores para ir resolviendo”, profesiones estas que distan mucho de estar capacitadas para delinear un proyecto de ciudad.
Epílogo
La aparición de la CAFESG en el terreno de la obra pública significa al menos un factor que aporta un grado de complejidad en el manejo de las asignaciones A su vez, el grado de discrecionalidad en las decisiones no permite una proyección en el tiempo de los trabajos encarados, ya que las obras que se plantean son de rápida resolución y altos costos y se desoyen las sugerencias de los profesionales idóneos.
Al calor del único color político hay una autorización automática. “Pero a eso lo pidió el intendente…Pero a eso lo pidió el gobernador”, son los argumentos esgrimidos ante las sugerencias sobre la inconveniencia de llevar alguna obra adelante…
….y así se sigue creando este monstruo de mil cabezas en el que vivimos y que cada tanto asoma una nueva, con las respectivas consecuencias no solo arquitectónicas sino también económicas y sociales que sufrimos y que verán multiplicadas nuestros hijos.