El líder estadounidense buscó mostrarse firme frente a las amenazas del grupo radical, realizadas en un video en que se muestra el crimen de Foley, que circuló profusamente ayer en las redes sociales.
En el video, un verdugo encapuchado advirtió que la vida de otro rehén, Joel Sotloff, también periodista estadounidense, dependerá "de la próxima decisión de Obama" sobre la continuidad de los bombardeos que Estados Unidos comenzó a lanzar en Irak contra el EI este mes.
Desde que el video fue publicado, los militares de Estados Unidos realizaron casi una docena de ataques aéreos contra objetivos Estado Islámico en Irak, informó hoy el Ejército norteamericano.
El líder estadounidense calificó al EI como "un cáncer" y abogó por un esfuerzo vigilante, implacable y mundial para reducir la organización que "está torturando, violando y asesinando a miles de personas en "actos cobardes y violentos".
"Todos estamos de acuerdo en que un grupo como EI no tiene lugar en el siglo XXI" Obama subrayó, citado por la agencia de noticias EFE, que "ninguna religión enseña a masacrar inocentes", que "ningún Dios justo defendería lo que hicieron ayer" y que "la vida de Foley marca un claro contraste" con la de los yihadistas quienes, aseguró "torturan niños y mujeres".
Por ello, Obama remarcó: "Vamos a seguir haciendo lo que debemos hacer" para acabar con EI, al advertir que cuando alguien daña a un estadounidense en cualquier lugar, Washington hará "lo que sea necesario para que se haga justicia".
La comparecencia del presidente se produjo poco después de que la Casa Blanca confirmara la autenticidad del vídeo de la decapitación de Foley.
En las imágenes, el reportero se despide de su familia y acusa al gobierno de Estados Unidos de ser el culpable de su ejecución por su reciente intervención en Irak, antes de ser degollado ante la cámara por un encapuchado que habla en inglés con acento británico.
Obama informó, asimismo, que había llamado a los padres de Foley para ofrecerles sus condolencias antes de ofrecer su declaración.