Fontán expresó que muchos pacientes saben que son alérgicos y saben distinguir cuando atraviesan un cuadro característico en el que predominan los estornudos, la mucosidad nasal, el prurito nasal al igual que en los ojos, etc. Pero deben aislarse preventivamente. Si el cuadro persiste más días de los habituales, Fontán recomendó hacer un test para saber si no se está en presencia de otra patología. “No hay que minimizar los síntomas”, dijo a “Tarea Fina” (Radio Ciudadana-FM 89.7).
En mayo o junio, al igual que en primavera -épocas de cambios estacionales-, son los meses más habituales en los que predominan las rinitis y las congestiones nasales. “Se nos tapa la nariz, nos cuesta respirar y muchas veces nos trae una cefalea enorme”, dijo. “Es muy difícil discernir si es un resfrío común o estamos en presencia de coronavirus”, añadió el otorrinolaringólogo.
Asimismo, estimó que la cepa prevaleciente en estos momentos es la de Manaos. Se trata de la variante que tienen mayor componente de transmisibilidad. “Evidentemente viene con alguna sintomatología nueva”, expresó. En la primera ola, las congestiones y las rinitis no eran síntomas primordiales; sí la tos seca, el dolor de garganta y la fiebre.
Al consultorio de Fontán llegan muchas consultas telefónicas de pacientes que no saben como actuar. Pero las consultas presenciales han disminuido notablemente debido a que la gente sabe que el virus está circulando y tienen familiares o conocidos que se han enfermado o han fallecido. “La gente se guarda mucho”, admitió.
Por otra parte, señaló que tuvo varias consultas pos covid por disminución o alteración del olfato o del gusto. “Vas a comer una milanesa y sentís un olor distinto. Un poco rechazan la alimentacíón”, sostuvo. Pero, en general, son procesos que se van revirtiendo con el correr de los días. Si eso no ocurre, hay tratamientos con antioxidantes, vitamina B y el consumo de semillas de chía, girasol, etc.