Con numerosas agrupaciones hermanas presentes acordaron exigir “legislaciones que promuevan la soberanía alimentaria sustentada en la agroecología” y oponerse a leyes que mantienen “el actual modelo de producción permitiendo la continuidad de prácticas dañinas bajo el disfraz de modificar el metraje de aplicación de los tóxicos o autorizar excepcionalidades incontrolables”.
Reiteraron también el "repudio a la derogación de la ley de la madera" e insistieron en alertar sobre el riesgo que representan las perforaciones hidrocarburíferas sobre el Acuífero Guaraní en territorio de la República Oriental del Uruguay.


