En la comunicación detallaron que, por ejemplo, un día de trabajo sumando trilla, siembra y transporte a puerto del grano demanda unos mil litros. Con suerte se consigue entre 100 y 300 litros, aseguran.
Con respecto a los precios, denuncian que varían desde 130 hasta 180 pesos y se mostraron preocupados por la baja en los cupos para las estaciones de servicio. Los camioneros no se animan a tomar fletes que pasen los 300 kilómetros por temor a quedarse varados en la ruta sin combustible, dicen.
Ante esta realidad, Elvío Guía, presidente de FAA, dijo que “se ha invertido la pirámide, debería haber estado el gobierno para manejar esta situación y hoy en la punta de la pirámide están las petroleras manejando los destinos de la producción”. Y anticipó que “sabemos que esto termina con aumento del combustible”.
El dirigente ensayó una explicación para la situación que ya lleva más de un mes y dijo estar convencido de que se trata de “una especulación de las petroleras para un nuevo aumento en los surtidores, aunque ya hay liberación de precios y cuando se consigue va desde 130 a 180 pesos el litro, o te piden casi 200 pesos y ahí sí aparece el gasoil”.
“Tenemos un doble comando que le está haciendo mucho daño a la Argentina, y a río revuelto ganancia de pescadores, por eso el espiral inflacionario y el único que paga los platos rotos es el trabajador” agregó y concluyó que “hay una crisis de confianza, no hay un norte en el país y eso hace que nos preguntemos si invertimos o no. Si solo fuera las retenciones lo que sube los precios sería fácil, el tema es la escasez de combustible y la inflación”.
