Noelia Romero, la chica con parálisis cerebral con cuadriparesia espástica, se pudo recibir de abogada

Noelia padece de parálisis cerebral con cuadriparesia espástica, una de las formas más grave de parálisis cerebral, que involucra la disminución de la fuerza motora o parálisis parcial que afecta a los cuatro miembros del cuerpo. La afección puede interferir con la actividad de caminar, el movimiento, el habla y muchas otras actividades de la vida cotidiana. Sin embargo, la mujer de 31 años, nacida en Gualeguay -y luego radicada en Gualeguaychú-, encaró el desafío de mudarse, vivir sola y – entre tratamientos, operaciones y rehabilitaciones mediantes- cumplir con su vocación y recibirse de abogada en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU). 

Sin embargo su proyecto de vida se veía impedido. Tras haber aprobado 39 materias y otros contenidos extracurriculares, tuvo que rendir 14 veces la última materia, Práctica Forense III para poder, finalmente, recibirse como abogada.

“Luego de la exposición pública tampoco tuvimos la respuesta que esperamos por parte de la facultad. Así que debimos iniciar la acción de amparo y pedir que se lleve a cabo una audiencia de conciliación para poder llegar a un acuerdo y no perder la fecha de examen del día de ayer. La jueza hizo lugar a ese pedido de audiencia y la facultad mostró disposición para asistir. Tuvo lugar el 8 de diciembre, fue un poco larga, duró casi dos horas, y se tocaron varios puntos y llegamos al acuerdo que el examen no iba a durar más de hora y media, que iban a respetar mis tiempos, que iba a poder elegir en el momento en qué modalidad hacer el examen, si oral o escrito con asistente. Todo eso fue firmado y homologado como sentencia. Cuando salí de ahí sentí un gran alivio a todo el dolor que había transitado, porque me garantizaban que iba a poder hacer un examen con los ajustes que necesitaba, que iba a ser más justo para mi condición, el que yo necesitaba. Me sentí muy cómoda, el examen fue muy dinámico, con varias preguntas, me sentí muy contenida por parte de los docentes. El tribunal fue totalmente nuevo porque eso era una parte del acuerdo. Y bueno, cuando me dijeron que había aprobado, lógicamente empecé a llorar. Fue muy emotivo para mí. Hoy estoy desbordada de emoción. Necesitaba terminar esta etapa de estudiante y empezar a desarrollar mi carrera profesional. Estoy muy contenta y creo que todavía no soy consciente tampoco del debate que esto ha generado en la sociedad, de las discusiones que trajo aparejada toda esta situación que me vi obligada a exponer,” contó Noelia Romero a DIARIOJUNIO     

Según explicó en su momento Noelia a este portal, su condición desventajosa no le permitía dar el exámen de acuerdo a la metodología usada para el mismo, que le impedía demostrar sus conocimientos de una manera que sea posible para ella. 

Noelia solicitaba a las autoridades educativas que atiendan su situación particular y que adapten el modo del examen a sus capacidades diferentes. Lejos de ser escuchada, contó con una negativa sistemática del titular de la cátedra y de la institución que consideraban sus pedidos, como un premio o una ventaja sobre el resto de sus compañeros y no como un derecho. 

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