Kevin Berling aseguró que había advertido a sus superiores de la firma Gravity Diagnostics de que padecía ansiedad y que no quería celebrar su cumpleaños porque le traía malos recuerdos relacionados con el divorcio de sus padres, según documentos judiciales.
Pero el 7 de agosto de 2019, durante el almuerzo, los colegas de Berling lo sorprendieron al saludarlo por su cumpleaños y la empresa había puesto una pancarta alusiva para festejar la ocasión.
Según el hombre, después de eso fue hasta su auto, donde sufrió un ataque de pánico.
El despido
Al día siguiente, durante una reunión con su jefa y otro colega para hablar de lo que había pasado, Berling «agredió verbalmente a ambos, apretando los puños y los dientes, con la cara roja y temblando», pidiéndole a la mujer que «se callara», sostuvo John Maley, abogado de Gravity Diagnostics
La supervisora y el otro empleado presente «temieron por su seguridad», agregó Maley, lo que llevó a la empresa a despedir a Berling.
Antes del incidente, el hombre nunca había sido sancionado o amonestado por su comportamiento.
El juicio
Berling decidió demandar a Gravity Diagnostics por «discriminación por motivos de discapacidad» y en marzo la justicia resolvió que fuera indemnizado con 150 mil dólares por la pérdida de ingresos y otros 300 mil dólares por la humillación, la pérdida de autoestima y el sufrimiento causado.
Según el abogado de la empresa, que niega que haya existido discriminación, nunca fueron informados de que el empleado padecía problemas de ansiedad y apelarán la decisión judicial.
«Los empleadores, particularmente en este momento de violencia en los lugares de trabajo, tienen el derecho y deben tomar medidas inmediatas, como aquí, para proteger a sus empleados», justificó John Maley.
Un caso de discriminación
Por su parte, la directora de Gravity Diagnostics, Julie Brazil, respaldó la decisión de despedir a Berling por haber tenido una conducta violenta en el lugar de trabajo. “Mis empleados fueron las víctimas en este caso, no el demandante”, agregó.
El abogado de Berling, Tony Bucher, aseguró que “no había absolutamente ninguna evidencia” de que su cliente representara una amenaza para alguien en Gravity, y menos que justificara su salida. “Tuvo un ataque de pánico. Eso es todo”, remarcó.
“Como los representantes de la empresa no entendieron su respuesta, asumieron que era una amenaza. Asumir que las personas con problemas de salud mental son peligrosas sin ninguna evidencia de comportamiento violento es total y completamente discriminatorio”, concluyó.