«Es el Parlamento, termino del francés `parlement` y refiere a parler/hablar. No importa lo que se diga ni cómo. No justifica la violencia», escribió el funcionario nacional en su cuenta de la red social Twitter y agregó: «En Parlamento se confrontan intereses. Se discute y se forman consensos. Allí, violencia no».
En tweets anteriores, en tanto, criticó los comentarios que hicieron esta mañana por radio periodistas como Magdalena Ruiz Guiñazú y Marcelo Longobardi sobre la agresión de Camaño.
«Longobardi entrevistó a Camaño. Escuchó y la justificó. Si fuera un dirigente social o político cercano al Gobierno, lo hubiera arruinado», dijo Fernández sobre el conductor de Radio Diez.
En tanto, sobre la periodista de Mitre, escribió: «Magdalena Ruiz Guiñazú justificó la actitud de la Diputada Camaño y sostuvo, `No entiendo como no fue Barrionuevo a pegarle a Kunkel`».
En tono irónico, posteó: «`La fuerza es el derecho de las bestias` tituló Juan Perón su libro escrito en el exilio (Cicerón). Deberían reflexionar Camaño y Magdalena».
«G.Camaño `si Kunkel tuviera alguna cuestión pendiente con Barrionuevo debería resolverla directamente con él` ¿Para qué se metió entonces?», se preguntó el jefe de Gabinete.
En declaraciones a la agencia Télam, el legislador y secretario de la comisión dijo que la actitud de la diputada del Peronismo Federal «es consecuencia de querer imponer una agenda política propia» por parte del Grupo A.
«Es consecuencia de la actividad política legislativa que propuso el grupo A desde hace un año, y que implicó querer imponer una agenda política propia al oficialismo», sostuvo Landau.
En ese marco, señaló que por esa situación, «se generaron tensiones permanentes a lo largo de 2010» y que derivaron en «un espectáculo lamentable de intolerancia para resolver cuestiones políticas».
La situación se originó cuando la diputada del Peronismo Federal les comunicó a los legisladores que la decisión de la comisión sobre las denuncias debían formalizarse por escrito en el término de un día, a lo que los diputados oficialistas respondieron que el tema se podía votar en esta misma reunión, o esperar unos minutos para presentar la nota por la que se decidía el archivo de las cuestiones.
Cuando Camaño dijo «queda levantada la reunión» los diputados oficialistas, entre los que se encontraba Kunkel, comenzaron a pedirle que continuara con el tratamiento.
Inmediatamente, Camaño comenzó a caminar los tres metros que la separaban de Kunkel, pasando en medio del resto de los diputados y una vez que estuvo a su lado, y mientras el diputado seguía hablando, la diputada lo tomó de un hombro y con la otra mano le aplicó una trompada.
Landau, que se encontraba sentado al lado de Kunkel refirió que el diputado «reacciona ante la actitud arbitraria de Camaño que se niega al pedido de la mayoría y quiere hacer prevalecer su posición».