No hay ni una sola pista del paradero de Sebastián Ortiz

Sebastian Ortiz de 66 años, es vendedor ambulante y alquilaba una habitación en calles 25 de Mayo y Tratado del Pilar, en San Jaime. Fue visto por última el lunes 6 de setiembre a eso de las 19:00 horas. Don Sebastián, -así lo llaman sus conocidos- viajaba permanentemente a la ciudad de Paso de los Libres (en realidad, allí reside) para comprar diversos elementos (paraguas, encendedores, etc.) que luego revendía en San Jaime. En su momento, llamó poderosamente la atención de los investigadores, que la habitación alquilada por Ortiz cobijaba todas las pertenencias personales, solo faltaba el Documento personal y la bicicleta con la que suele moverse en San Jaime; una de caño reforzado color roja. La puerta estaba sin llave, como dejando entrever que su salida no sería por mucho tiempo. Una jovencita de esa localidad lo vio esa noche a bordo de la bicicleta. Pero a partir de ahí, nada mas se supo.
Decir que entre las autoridades judiciales o policiales reina el desconcierto en torno al paradero de Ortiz no es faltar a la verdad. Al hombre lo han buscado en San Jaime, en los alrededores de la ciudad, en zonas rurales, en Curuzú Cuatiá, en Paso de Los Libres, en bañados, en arroyos o en el río Mocoretá, se ha entrevistado a la madre del sujeto –una mujer muy anciana- en su actual residencia, en provincia de Buenos Aires y no se ha dado con ningún elemento que pueda echar un poco de luz sobre su actual ubicación. “Se ha buscado en cada pozo negro de San Jaime”, ejemplifican desde la Policía.
El Comisario Dario Vittori, de la Departamental Federación, reconoció que “es como que se lo tragó la tierra”. Como novedad en el caso, DIARIO JUNIO pudo saber que la titular de la Fiscalía Nº 1 de Chajarí, la Dra. Julia Rivoira ha dispuesto en los últimos días, que se constituya una comisión de la policía departamental en la ciudad de Paso de Los Libres (como se dijo, donde solía viajar Ortiz por cuestiones comerciales) para trazar un perfil de cómo eran sus movimientos, sus costumbres y su actividad cotidiana en esa ciudad, y así lograr algún avance en la causa. En la limítrofe ciudad correntina, la comisión integrada por el Comisario Zuchuánd –Jefe de Investigaciones de la Departamental Federación- y otros tres funcionarios policiales ya han repartido folletería y han hecho algunas entrevistas, pero hasta el momento no hay nada. Si bien esta localidad fue visitada ya innumerable cantidad de veces por el caso, ahora se concentraron los esfuerzos allí por algún tiempo.
En algún momento, el Jefe de la Departamental, el Comisario Sergio Mendoza, había reconocido que existía un testimonio de un amigo de Ortiz que señaló que el hombre “estaba amenazado de muerte” por parte de una familia de Curuzú Cuatiá. La cuestión pasaba porque esa familia está afincada con su vivienda (junto a otras casas) en un terreno del cual Ortiz sería el heredero. El desaparecido les habría impelido a abandonar el lugar, pero estos se resistían. De acuerdo a Mendoza, la policía correntina realizó una visita a la familia, de apellido Villalba, pero sin lograr un avance importante en el caso, mas allá de que los presuntos usurpadores (en realidad hace casi dos décadas que ocupan el lugar) reconocieron el problema existente y admitieron su intención de no abandonar el lugar. Los familiares directos de Ortiz “no sabían nada de una amenaza de muerte” y bien vale aclarar que el hombre debía viajar a Curuzú, el martes 7 de septiembre, donde estaba citado para ser notificado de todas las diligencias judiciales relacionadas con el litigio por el terreno. Su desaparición se registra, justamente, el día anterior y aun no han podido establecer si efectivamente viajó hacia la localidad correntina mencionada o no. De todas formas, esta línea investigativa no estaría dentro de las prioridades, aunque no por ello se la descarta.
El caso tiene ribetes tan particulares, que familiares de Ortiz hasta han llegado a emplear los servicios de, al menos, tres videntes, uno de ellos, una joven adolescente de la ciudad de Federación. Esto, aunque sin mayores detalles, fue confirmado por la policía, así como el hecho que dos de los psíquicos (la de Federación y una de Paraná), habrían tenido una “visión” similar del destino de Ortiz.

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