La asamblea fue presenciada por padres, docentes y directivos de la escuela primaria y la media Nº 111 “Rca. de Entre Ríos”; el director de Arquitectura, Ricardo Truffa; el director departamental de Escuelas, Saúl Dri, y miembros de la conducción de Agmer Concordia. “Después de la discusión, Truffa solicitó un tiempo para ver como él hablaba con la empresa para pedir un tiempo para normalizar el trabajo”, dijo Miguel Stegbañer, integrante de la conducción de Agmer. Aunque un plazo tentativo mencionado fue de 120 días, ante la negativa de docentes y padres a perder tantos días de clases, se redujo a cinco días para tratar de adelantar el trabajo.
Mientras los docentes están en clases, en las aulas están picando las paredes. “Vuelan cascotes, vuela polvillo; se hace imposible la convivencia”, apuntó el gremialista. María Inés Sirtori, secretaria de la escuela, coincidió con el planteo. “Es imposible el trabajo dentro de las aulas”, dijo. Los albañiles ingresan dentro de las aulas con las carretillas y los materiales.
Al principio, en la primaria optaron por rotar los años para reducir la pérdida de clases. “Se comenzó a rotar con los primeros, los segundos, los terceros, los sextos también”, puntualizó Sirtori. Pero, en determinado momento, la empresa necesitó ocupar toda el ala izquierda para cambiar el cableado. “Entonces, se debió suspender las clases en esa área porque no hay luz. Solamente funcionaban dos aulas enfrente”, indicó la secretaria. Además, aún hay dos aulas donde falta cambiar las tejas por chapa.
En la dirección de la escuela media, el cableado eléctrico está fuera de la pared. “La escuela está en condiciones deplorables y los trabajos van lentos”, expresó Stegbañer. La empresa trabajará en los baños durante los fines de semana.
El viernes, la comunidad educativa se reunirá nuevamente en asamblea para determinar si las clases se retoman la próxima semana o prosigue la suspensión de actividades.
“Nosotros seguimos planteando el tema de la imprevisión sobre los trabajos”, opinó el gremialista, preocupado por la pérdida de clases de los alumnos. A su criterio, la Departamental de Escuelas debería diseñar un plan de recuperación de saberes para respetar los 180 días de clases establecido por el gobierno nacional. “La verdad que todavía no se ha hablado de eso, pienso que se irá evaluando todo eso y después se verá”, añadió Sirtori.
“También hay otro tema fundamental que es el control que tiene las autoridades educacionales sobre las escuelas en las que trabajan”, planteó Stegbañer. No hay capataz y los tres o cuatro albañiles que trabajan no cuentan con los elementos de seguridad. Reclaman vallas y redes de seguridad para evitar que caigan pedazos de losas que de los techos sobre los alumnos o docentes.
“Sabemos que estas obras son muy bien cobradas. Ahí está fallando Arquitectura y la parte de Departamental de Escuelas”, añadió Stegbañer.
