«No va a faltar carne en los supermercados», afirmó Schiariti en declaraciones a radio Spika, al tiempo que aclaró que hubo una «retracción de la oferta por problemas estacionales, a partir de la segunda semana de diciembre». Además agregó que «existe una suerte de especulación en el comercio minorista por las fiestas, el cobro de los aguinaldos, por lo cual se produjeron los aumentos, pero ya se están acomodando».
El dirigente empresarial explicó que la menor oferta se debió también a que «los operadores prefieren posponer las ventas para el año siguiente porque cierra el año fiscal y así evitan el pago de impuestos, y por otro lado también se toman vacaciones».
«En enero normalmente la cantidad de ventas es menor y eso se compensa con la menor demanda que hay en Capital y Gran Buenos Aires», indicó.
GUERRA MEDIÁTICA
Algunos medios de prensa que trabajan en tandem con las entidades del agro o simplemente no acuerdan con las políticas del gobierno de Néstor Kirchner, informaban esta mañana así…
“El férreo control estatal sobre el Mercado de Liniers está poniendo a las grandes cadenas de supermercados al borde del desabastecimiento de carne: no consiguen la cantidad ni la calidad que necesitan para completar sus góndolas.
Y eso porque el Gobierno no les permite pagar más de lo establecido en la lista de precios máximos que rige las operaciones en el Mercado de Liniers y los productores no están dispuestos a manejarse con esos valores, a los que consideran muy bajos para el nivel de sus animales”.
Y seguían “Ese listado, que no lleva membrete oficial ni tiene respaldo normativo, fue introducido en la principal plaza ganadera del país por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y su cumplimiento es vigilado de cerca por funcionarios de ese organismo, encargado específicamente de monitorear el índice inflacionario.
«Las cadenas están teniendo estos inconvenientes desde hace por lo menos un mes. Los supermercados están muy controlados y, a diferencia de los frigoríficos, sí respetan los precios impuestos por el Gobierno», afirmó una fuente supermercadista que, como otros actores de la cadena de la carne, prefiere mantener en reserva su identidad para evitar castigos”.