Por otra parte, si bien ya empezaron los debates en torno al anuncio presidencial referido a la distribución de computadoras, antes de que esto ocurra, el Ministerio de Educación de la Nación debe llamar a licitación para la compra respectiva. Y en paralelo, las escuelas tienen que hacer la carga de los datos personales de cada uno de sus estudiantes, porque ellos -además de los docentes-, serán los principales destinatarios de las netbook del programa Conectar Igualdad.
El dato no es menor. Ese trabajo previo de carga de información, ya realizado con las escuelas técnicas y agrotécnicas secundarias de la provincia para que éstas reciban sus computadoras provenientes del programa Una computadora, un alumno, con financiación del Instituto Nacional de Educación Técnica (INET), demandó unos siete meses. Ahora resta hacer el mismo relevamiento, curso por curso, con todas las secundarias de la provincia.
Ante la pregunta de por qué Entre Ríos no completó la totalidad del módulo alumnos, la responsable de la cartera educativa en la provincia, contestó que esto obedece “a la misma falta de computadoras, la falta de personal abocado a dicha tarea y la carencia de capacidad logística para su implementación”. No obstante, se espera que a fin de año se pueda culminar la carga informática de todos los estudiantes de nivel medio, aclaró la funcionaria.
Mientras tanto, el año pasado se ganó tiempo desde el Consejo General de Educación, en particular desde la Coordinación de Tecnologías de la Información y Comunicación y los programas que dependen de esa área, y se avanzó en materia de capacitación docente, sobre didáctica con nuevas tecnologías y una formación específica sobre software. Pero dichas instancias alcanzaron a unos 1.200 docentes de los 55 mil que hay en la provincia. “El trabajo es lento y va a llevar años porque se hacen cursos para no más de 30 o 40 personas y se necesita contar con lugares que tengan esa cantidad de computadoras para llevar adelante la capacitación”, comentó Graciela Bar.
Por otra parte, las escuelas deben afrontar una serie de readecuaciones en su infraestructura, antes de albergar las computadoras que en un mediano plazo, llegarán a través del programa Un alumno, una computadora, en el caso de las escuelas técnicas, y el Conectar Igualdad, para escuelas secundarias comunes. Esas reformas van desde la colocación de rejas para asegurar los equipos hasta renovar o cambiar las instalaciones eléctricas, labor que las técnicas ya están encarando con recursos del INET.
Cabe acotar que por el momento, las únicas computadoras recibidas en la provincia provienen del programa Un alumno, una computadora, destinadas a escuelas técnicas y agrotécnicas, y hasta ahora, la escuela agrotécnica de Viale, fue la única beneficiaria.
Humberto José, a cargo de la Dirección de Educación Técnica Profesional del CGE, anticipó que las próximas entregas serán para un total de 26 escuelas de este tipo, de los departamentos Paraná, Concordia, Uruguay y Victoria, que representan 4.045 máquinas para los estudiantes del ciclo superior de secundarias técnicas y agrotécnicas.
En otra tanda, de acá a fin de año, se beneficiarán otras 40 escuelas del resto de los departamentos. “Las entregas se van haciendo a medida que las escuelas presentan los proyectos de reformas de obra que tienen que hacer, como condición previa para albergar las máquinas, readecuar las instalaciones eléctrica y de red, estipular los gastos necesarios. Eso se eleva al INET y luego vienen los fondos para que las instituciones encaren las obras”, explicó José.
La formación docente que queda por delante apunta –aclaró el funcionario- a suministrar elementos para que sepan manejarse con los nuevos vínculos entre estudiante, profesor e institución que significa el desembarco de la tecnología así como diferentes niveles de alfabetización digital.
Desde una comunidad virtual de educadores, periodistas y demás personas interesadas en temas educativos, hace unas semanas se viene debatiendo sobre tecnologías sí, tecnologías no; las ventajas o no de la llegada de las netbook a la escuela.
La intervención de una docente de la Universidad de La Plata, Julia Silver, recupera los aportes de diversos docentes y plantea de un modo claro su postura al respecto. Si bien coincide en que “hay otras prioridades en materia de salud, vivienda, trabajo”, se hace algunas preguntas más que interesantes: “¿Cuál es el sentido de oponerse a que lleguen 250 mil netbooks o laptops a las escuelas de 12 provincias? ¿Cuál es la oposición que hacemos mientras estamos durante horas disfrutando de ellas? ¿Por qué yo sí puedo utilizar esta herramienta y otros no? Algunas o muchas escuelas no tendrán luz, ni maestros capacitados ni equipos de mantenimiento. Aún así me parece importantísimo que lleguen las computadoras a mucha más gente_ Por otro lado, pienso también que cualquier dispositivo educativo puede ser reproductor o transformador. Habrá que ver qué diálogos establecen los usuarios en la medida que su subjetividad se active con ellos. En educación nada es predecible. Por lo que yo prefiero entregar herramientas y no decidir si son buenas o malas para otros”. En referencia a su propia experiencia con las computadoras, la docente expresa: “Me empecé a sentir más cómoda utilizándolas desde que me enteré que llegarán a muchos niños y jóvenes que hoy no disfrutan de ella. Me siento aliviada. La negativa me recuerda a cierta gente que conocí con sus posgrados hechos, disfrutando de los beneficios de la educación sistemática, que trabajando en zonas marginadas, critican a la escuela de las que fueron beneficiarios y proponen a la gente que se quede con su cultura y rechace la que ellos portaban. Sin decirlo así, obviamente.
Según como se usen, la tecnologías de la información y la comunicación -coinciden los especialistas-, “pueden también promover el intercambio y la socialización; la construcción de redes locales que a su vez se conecten con otras redes locales en un fértil intercambio horizontal; la independencia personal y de colectividades; el empoderamiento de sectores tradicionalmente oprimidos; el diálogo de saberes y la construcción de conocimientos. Avanzar en un sentido o en el otro dependerá de políticas gubernamentales, pero así mismo de iniciativas y presiones de diversos sectores e instituciones, así como de los propios usuarios y usuarias”, marca Silver.
Impacto tecnológico
Acaso para preparar a los docentes de secundaria en ejercicio y estudiantes de profesorados, y pensar con ellos “La juventud y las tecnologías digitales”, Claudia Kozak, Pablo Farneda y Gustavo Pizzio, dictarán un seminario, organizado por la cátedra Tecnología y sociedad contemporánea de la Facultad de Ciencias de la Educación (UNER).
Consultado sobre el impacto que la llegada de las tecnologías produce en el ámbito escolar, tanto en estudiantes como en profesores, Gustavo Pizzio comentó: “No se trata de asumir una postura anti-tecnológica porque sería difícil sostener una perspectiva de ese tipo en una sociedad como la nuestra, que tiene entre sus rasgos identitarios -precisamente- a la tecnología. Pero tampoco es bueno caer en el extremo opuesto, en una especie de “fascinación tecnológica acrítica”. Los planes oficiales, me parece, se inscriben en esta última línea. Algo similar ocurrió en 2005 con el lanzamiento del Plan miPC, orientado a promover la compra de PC con fines hogareños. Pareciera que lo que se promueve es la incorporación masiva de aparatos en contextos signados por características muy particulares y desiguales, y el sistema educativo es uno de ellos”.
Que es necesaria y urgente la formación docente en estos temas, no hay dudas. Pero el asunto “no puede limitarse una capacitación sobre el “uso” porque sería reducir la complejidad que envuelve al tema”, distinguió el profesional. Para Pizzio, la formación docente debería pasar por permitir experimentar nuevas formas de vinculación y aprovechar lo que los jóvenes de hoy -sobre todo de los sectores medios y urbanos- ya conocen acerca de las tecnologías. “Para el docente, entonces, el desafío debería estar centrado en qué plus le puede añadir a eso que ya viene dado y en trabajar para que sus alumnos no sólo sean usuarios sino, más bien, ciudadanos tecnológicos”.
Fuente: El Diario