En efecto, antes del inicio de la Feria DIARIOJUNIO informó que los imputados apelaron la Resolución de Perroud de habilitar el pedido del Ministerio Público Fiscal de solicitar a la justicia uruguaya a través del pedido de Cancillería, que habilite la investigación de cuentas y propiedades de los Robinson en aquel país.
Quien quedó a cargo de esa causa es el juez camarista Martín Carbonell, en rigor, quien convocó el pasado miércoles a las partes a una Audiencia.
Romero, abogado de los imputados, se presentó junto al mediático abogado Cúneo Libarona a quien presentó como “asesor técnico”. El letrado, según pudo averiguar DIARIOJUNIO, tendría un grado de parentesco con los Robinson.
Es dudoso que el mencionado abogado esté habilitado para pleitear en Entre Ríos (su matrícula podría no habilitarlo para tal cosa), y es probable que su presencia haya estado planeada como parte de una estrategia destinada a algún tipo de presión o un anticipo de quièn será la figura estelar si la causa alcanza una dimensión no tan provinciana. A juzgar por su comportamiento en la Audiencia, su interés por la causa no debe ser tan grande ya que se durmió mientras Romero atacaba el fallo de Perroud.
De cualquier modo, Romero no fue mucho más allá en su planteo de lo que ya había sostenido en la anterior audiencia. Esto es, la falta de razones para investigar las cuentas en Uruguay. Por esta razón, el fiscal puso en evidencia ante Carbonell que el abogado debía atacar la Resolución del juez con nuevos argumentos.
Asimismo, Romero insistió con el planteo de que los testigos compradores que hicieron posible conocer en detalle la operatoria de la estafa, deben también ser imputados como partícipes necesarios, en rigor, una treta para asustarlos y que desistan de contar lo que ya está en el expediente y complica a los imputados.
Vale destacar que en la Audiencia estuvieron Andrés Arias (querellante) ; Fabio Zabaletta (Fiscal) ; Jorge Romero (abogado de los acusados) y Cúneo Libarona.