Esto viene a cuento de una medida que si bien no es nueva viene a romper con la pasividad veraniega del pueblo argentino en general y concordiense en particular. Sabido es que, tanto en el verano 2016 como el del 2017, el gobierno aprovechó a tomar medidas terribles confiado en que, al menos los sectores que pueden ser críticos, se encuentran disfrutando de sus vacaciones. Así ocurrió con las devaluaciones, suba de tarifas, quita de subsidios, despidos en el Estado, toma de deudas etc. Pero resulta que el brutal golpe en los bolsillos de todos por igual a través del tarifazo de la luz repercutió directamente en el ánimo popular. Y no es que las otras medidas no afectaran a todos, pero no fueron percibidas de esa forma. En cambio, lo de la energía eléctrica sí. La reacción de los funcionarios de Cambiemos fue la misma de siempre: mentir e intentar tirar la culpa para otro lado.
Pero no se puede tapar el sol con un dedo. Un solo dato, ya que sobre el tema se ha escrito y aclarado lo suficiente: el kilowatt pasó de costar en diciembre del 2015 pesos 0,496 a costar en diciembre de 2017 pesos 1,278. Esto explica por sí solo el tarifazo que sufrimos al modificarse la base imponible sobre la cual se aplican los impuestos provinciales y municipales que siguen siendo más o menos los mismos. Está más que claro que la única responsabilidad recae sobre las políticas del gobierno nacional. Sin embargo, una vez instalada la mentira, se vuelve muy dificil revertir eso.
Incluso aparece primero la propuesta de resignar calidad de vida (menos alumbrado público igual más inseguridad) antes que la de cuestionar los márgenes económicos que el gobierno nacional acrecentó en beneficio de los que más tienen.
En medio de ese intento de confusión (estoy segura que la verdad siempre triunfa) y pretensiones de utilización política del asunto, estos últimos días estamos viendo el intento de bastardear el trabajo conjunto del gobierno provincial y municipal en pos de lograr una rebaja en el precio que pagan productores, industriales, empresas y comercios. Las gestiones para lograr este beneficio exceden largamente al explosivo aumento de las tarifas sufridos (¿percibidos?) recientemente ya que hace casi dos años que las mismas se vienen realizando. A lo largo y ancho del país se vienen sufriendo miles de despidos y cierre de fuentes de trabajo. Esta medida apunta justamente a evitar, en la medida de lo que pueden hacer provincia y municipio, que dicha situación se siga profundizando.
La propuesta más efectiva y el camino más directo para lograr aliviar la situación ante el tarifazo es, sin dudas, solicitar y gestionar ante el gobierno nacional la disminución del costo del Kilowatt. Y para esto es necesario unidad de criterio y el apoyo a las gestiones que en este sentido puedan realidad tanto el intendente, como el gobernador y los legisladores nacionales. Ya que de no revertirse esta situación la crisis que ya venimos sufriendo se profundizará de manera brutal.