Murió Menem, el gobierno que prostituyó la política y afianzó el neoliberalismo

En efecto, en el dá de hoy, falleció Menem en el Sanatorio Los Arcos de la Ciudad de Buenos Aires, donde estaba internado desde hacía un tiempo por una infección urinaria.

Luego de haber ganado la gobernación de La Rioja apenas recuperada la democracia, comenzó a jugar dentro de lo que se conoció como la renovación peronista. En ese marco participó de una interna rabiosa dentro de lo que hasta ese momento era el pejotismo rennovado.

Así enfrentó a Antonio Cafiero, entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires y lo derrotó a pesar de no contar con el aparato oficial que le respondía al bonaerense.

Allí comenzó a mostrar su peor cara. asumió el gobierno antes de tiempo luego que uno de sus hombres, Domingo Cavallo hizo lo imposible para derrocar al gobierno de Raúl Alfonsín a través de operaciones de prensa (de las que participó el grupo Clarín) y a través de la Embaja norteamericana.

Asumió su gobierno varios meses antes de lo que marca la constitución en el medio de una fenomenal crisis, la hiperinflación más desbocada que tuvo la argentina.

Su gobierno fue encarnizadamente antiperonista si uno se detiene a observar no su discurso sino sus medidas políticas y económicas. Había prometido «Revolución productiva y salariazo» y solo trajo desolación.

Malvendió nuestro patrimonio público, privatizó empresas insignias como YPF, Aerolíneas Argentinas, Ferrocarriles, la telefonía, en fin, las empresas multinacionales se hicieron una panzada de negocios que aún hoy disfrutan. Para ello se alió a los enemigos históricos del movimiento peronista, esto es, los Alsogaray, los Roja, los Macri, etc.

Para lograr ese cometido que ni siquiera las dictaduras más sangrientas pudieron alcanzar, puso en marcha un proceso de prostitución y farandulización de la política que el poder fáctico festejaba, ya que sacaba de juego al principal competidor de los cambios : La politica. El final de ese gobierno fue y como no podía ser de  otra manera, un verdadero calvario para la inmensa mayoría de la sociedad.

Su sucesor fue el radical De la Rua que no solo continuó sus políticas sino que además, puso de ministro de economía al mismo que nos había llevado al fracaso, Domingo Cavallo.

Hoy todo eso ya es historia, una historia que deben estudiar las nuevas generaciones para impedir que a Menem se lo asocie con el ¿peronismo? y no con el NEO-Liberalismo, verdadera ideología conductora en aquella década (1989-1999).

Informe : C. G.

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