Entendemos que son las relaciones de poder desiguales las que dejan a las mujeres en inferioridad de condiciones, generando así, situaciones de violencia.
Las mujeres sometidas a situaciones crónicas de violencia, presentan un debilitamiento de sus defensas físicas y psicológicas, baja autoestima, y una importante fractura de sus redes sociales de contención (como la familia de origen, los amigos, etc.). Esta fractura genera aislamiento social, que a la vez agrava la percepción psicológica de imposibilidad, de culpa, de vergüenza, prevaleciendo así la naturalización de las situaciones y una actitud acrítica por parte de los involucrados.
Pero debemos entender, que a pesar que dichas situaciones se producen en lo intimo, en lo privado, la problemática de genero, y sus consecuencias es un fenómeno social, y como tal debemos abordarlo, desnaturalizar todo lo que a su alrededor se ha construido histórica y culturalmente.
Es un fenómeno social que las instituciones lo permiten, lo ocultan y cuando se hace visible lo justifican.
En este sentido, entendemos y sostenemos que la participación colectiva, el reconocimiento como ciudadanos, es condición indispensable para que se pueda comenzar a repensar y modificar las situaciones de avasallamiento a los derechos de las mujeres…
Que estas vidas, que la violencia y el poder arrebataron, no se pierdan en el olvido, y salga, una vez más, invicta la impunidad…
Colectivo de Mujeres Las Juanas Concordia