Nacido en Buenos Aires en 1933 Noé inicia sus estudios pictóricos a la temprana edad de 17 años en el taller del gran maestro Horacio Butler. En 1959 expone por primera vez aunque el reconocimiento le llega en 1961 cuando expone su hoy mítica “Serie federal” con el grupo”Otra figuración” (también conocido como “Nueva figuración”) integrado por Rómulo Macció, Jorge de la Vega, Ernesto Deira y el propio Noé.
Disconforme desde sus comienzos abandona prontamente el taller de Butler por disentir con el sistema de enseñanza del maestro (aunque hoy reconoce que en ocasiones este tenía razón) y desde entonces se desarrolla como autodidacta.
Nunca tanto como en el convulsionado presente podría resultar más esperanzador el sentido positivo que Noé asigna a la palabra “caos”. Tradicionalmente asociada al estado de confusión previo a la creación, en su argumento artístico subraya el lugar de una fuerza transformadora y creativa: “caos” como lo opuesto a un orden estático e inmóvil, “caos” como la fuerza creativa que asume el desafío de trastornar un sistema recibido con la ambición de gestar uno nuevo.
Noé explica en numerosos textos su teoría del caos, el sentido positivo y liberador que le asigna el término. Una teoría que no antecede al placer de pintar, sino que elabora después de su imperiosa necesidad de trabajar la superficie de la obra como un campo de actividad incesante.
Sus obras de los años sesenta, tanto como su producción reciente, enfrentan nuestra percepción a la necesidad de elaborar soluciones para resolver una superficie en conflicto. La posibilidad de pensar el caos (palabra que en nuestro presente también podríamos asimilar a “crisis”) como un desorden renovador. Y el arte como un lugar desde el cual también es posible imaginar formas de transformación.