De acuerdo a lo revelado por fuentes policiales a DIARIO JUNIO, la muerte del muchacho se produjo en forma instantánea. En el lugar se vivieron momentos de zozobra, ya que familiares del fallecido argumentaban que hace varios meses le venían reclamando a ENERSA la presencia de operarios para que controlen el portón, -ya que hacía descargas en forma constante-, y en el momento de llegar personal de la empresa fueron blanco de varios insultos, lo que les imposibilitó detectar –aunque tarde- el problema de la pérdida.