“Lamentablemente se produce un corrimiento de los delitos o de las zonas hasta otras cuadras”, dijo el edil. Es que la presencia de un uniformado en la zona de 25 de Mayo y Andrade por los hechos delictivos provocó que se produjeran otros arrebatos en cercanías de la Normal, en Bernardo De Irigoyen y Quintana. La concejal Graciela Salazar marcó que también ocurrieron delitos similares en lugares donde antes no sucedían: calles Urdinarrain y Vélez Sarfield.
El presidente del Concejo remarcó que hay tres posibles vías de solución para los delitos de esa índole. Por un lado, el refuerzo de personal uniformado apostado en las esquinas neurálgicas de manera preventiva. No obstante, admitió que se trata de una cuestión que necesita presupuesto disponible para implementarlo. “Obviamente no es fácil de lograr pero la presencia de un policía reduce sensiblemente en las cuadras que lo rodean este tipo de hechos”, remarcó.
Otra hipótesis de trabajo consiste en seguir concretando reuniones entre los vecinos afectados por prácticas delictivas y las autoridades policiales. No obstante, la Policía detecto que en muchas oportunidades los vecinos no denuncian los hechos de los que son testigos.
La tercera cuestión abordada es, a su vez, la más compleja. Se trata de colocar sistemas de seguridad modernos como cámaras de tv, semaforización inteligente, sistemas de control por cuadrícula en los lugares de la ciudad donde se manifiesten con asiduidad hechos delictivos, el sistema denominado “Vecino Alerta”.
“No pensemos por esto que estamos en un marco, que nos hacen ver algunos medios nacionales con alguna intencionalidad política más que de preocupación por la seguridad, de que todo el día nos están robando. Nada de esto está pasando”, dijo el edil.