Ayer en el Juzgado de Garantías de los tribunales penales, se dictaron medidas de coerción para los dos imputados por el delito de robo simple, por el hecho acaecido la madrugada del pasado sábado, cuando López y Castillo, ambos de 18 años fueron detenidos con un bolso recientemente robado a una menor, en su poder. Fueron aprehendidos e imputados, pero la baja escala penal prevista para el tipo de delito, hace posible la suspensión del proceso judicial, a través del instituto de la Probation (Suspensión de Juicio a Prueba) beneficio que ya habría solicitado informalmente al menos uno de los acusados.
Dicho beneficio, propone la suspensión del juicio e investigación, en calidad de prueba por un plazo similar al estipulado para la pena del delito por el que es acusado el encartado. Durante ese periodo –según se establece- el sospechoso estará a prueba, deberá cumplir con todas las condiciones señaladas por el Juez y no violar ninguna ley, y si al cabo del periodo establecido el encartado observó buena conducta, el juicio se suspende definitivamente y no constará ni siquiera en antecedentes penales. Pero si por el contrario, comete otro delito, el beneficio caduca y el proceso judicial sigue su curso. Ese es al menos el espíritu del instituto de la Probation.
En Entre Ríos, funciona de manera algo caprichosa, ya que –a raíz de un fallo del Superior Tribunal de Justicia- se establece por jurisprudencia que una persona que se encuentra en la ejecución de la Probation, puede cometer un delito cuya pena no exceda los 6 años de prisión, y volver a solicitar el mismo beneficio, suspendiendo la investigación del segundo hecho, y conservar así ambas medidas, por el principio de inocencia, (como no puede probarse que sea culpable porque el juicio fue suspendido, no se le puede negar el recurso).
De este modo, una persona que solo se dedique a cometer delitos menores, como el caso de los robos simples, estafas, e incluso amenazas y agresiones, puede permanecer sin antecedentes y cargar con 2 o más juicios suspendidos en su haber.
En el caso de los motochorros, la línea que traza este fallo, es la diferencia entre que estos hechos se sigan repitiendo o no. Ya que como es sabido, porque fue manifestado tanto por la Policía como por los Fiscales, en Concordia no son más de 10 los delincuentes que se dedican a robar a bordo de sus motocicletas, y a menudo son aprehendidos pero quedan en libertad por este beneficio. Asimismo, fuentes policiales confirmaron que a partir de la detención y posterior condena de cuatro jóvenes por esta metodología delictiva (a los que se logró condenar por el uso de armas), en los últimos meses, los robos en moto se redujeron de cuatro por día a cuatro por semana, cifra que podría mejorarse.
Como están las cosas, el fallo Obando del STJ, desvirtuó el instituto de la Probation, al punto de tornarlo un bache judicial para los delitos cuyas penas no superen los 6 años de prisión. Antes al menos era requisito no tener antecedentes penales, pero ahora ni siquiera eso puede evitar la suspensión del juicio.