Todo sucedió vertiginosamente. Irusta se encontraba en el negocio con una empleada cuando ingresaron los motochorros exigiendo la recaudación. El comerciante los enfrenta y se produce un forcejeo que culmina cuando es arrojado al suelo. En ese momento, recibe un disparo, según la Policía aunque no hay confirmación del dato dado que cuando llegaron la víctima ya había sido trasladada hacia el hospital. En cambio, los vecinos aseguran que en realidad habría sido blanco de tres balazos.
Cuando los delincuentes emprendieron la huída, al parecer una tercera persona no identificada actuó en defensa del comerciante y comenzó a dispararles exigiéndoles que dejen el dinero. Los motochorros arrojaron el botín y huyeron en una moto hacia el norte, por calle La Pampa.
Hasta el momento, la Policía desconoce la identidad de los maleantes como de la tercera persona que disparó, quien también se fue sin dejar rastro. El comentario de los vecinos hace hincapié en la inseguridad que se vive en la zona. Irusta es recordado en el barrio porque, en plena crisis de diciembre 2001, resistió un intento de saqueo de su negocio.