Galimberti remarcó el hecho de una reunión organizada “a la misma hora y el mismo día que se estaba realizando una marcha de protesta frente a la planta de Botnia”.
Para el religioso uruguayo, con el encuentro “demostramos que a pesar de las dificultades, que pueden estar presentes, existen vínculos comunes que no hay que dejar caer u olvidar”. Reconociendo que no hacía esa valoración “desde el punto de vista numérico, porque seríamos unas 100 personas. Pero demuestra que hay un hilo de agua que se puede ir transformando en un movimiento de opinión”. Si bien sumó a esto que “en el día de hoy me encontré con gente que no había escuchado de la marcha”. Consultado sobre a que respondía esto, evaluó que “la convocatoria fue tímida, porque (los organizadores uruguayos) no quisieron asumir la responsabilidad de manera tan pública. Pero a medida que puedan ir creciendo esas voces que estaban en el anonimato se harán notar”, auguró.
Por último explicó que su par de la diócesis de Concordia, monseñor Luis Armando Collazuol “no pudo estar porque se le superpusieron otras cosas”, remarcando que “yo también tuve que dejar otras para estar presente”.