El nuevo jefe del Iglesia Católica local subrayó que “si bien hay índices muy elevados de desocupación, pobreza e indigencia, Concordia tiene muchas cosas de las que necesitamos para poder salir: agua, energía, tierra fértil, una ubicación estratégica, turismo. Un montón de cosas que le dan un potencial económico y social a tener en cuenta”. Si bien dijo no desconocer que era imprescindible “la fuerza humana y la voluntad para poder salir de esto”.
Collazuol reconoció que la función de un obispo es “primeramente evangelizadora. Pero en ese trabajo no nos debe faltar una atención a las exigencias de amor y justicia, que se derivan de las condiciones de las personas mas pobres. Ya que como creyentes, en ellos percibimos una particular imagen de Jesús. Por eso debemos poner a prueba la autenticidad de nuestra fe y el compromiso de estar junto a quien mas lo necesita”.
Con respecto a su apreciación de la pobreza con dignidad de Concordia, Collazuol aclaró que no desconocía, “por ejemplo la situación de la gente que trabaja en la fruta, quienes trabajan por período y luego deben vivir de un plan, es cierto, eso no es dignidad” remarcó.
Por último insistió con que “en la visión social de la iglesia siempre debemos trabajar por la dignidad de la persona humana. De acuerdo a los principios de la Justicia Social, respetando la opción preferencial por los pobres. Es allí donde los mismos pobres deben ser capacitados para protegerse en esta economía globalizada”, culminó diciendo.