Al momento de la detención, uno de los sospechosos, de 36 años, que trabajaba como coordinador estudiantil de una empresa de turismo, se encontraba durmiendo con un menor, indicaron los voceros del caso.
La red de pedofilia se extendía incluso hasta Entre Ríos, donde cayó el primer sospechoso que permitió ahora arrestar a los tres supuestos proveedores del material pornográfico.
Los detenidos fueron puestos a disposición de los fiscales Juan Diego Caligari y Diego Magas, de la UFI de Investigaciones Criminales de San Isidro a la espera de ser indagados.
En la causa intervienen el juez de Instrucción de Concordia, Alejandro Marcelo Garay (bajo exhorto), y su colega de Garantías de San Isidro Rafael Sal Lari.
Las investigaciones del caso de los pedófilos fueron realizadas por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro en conjunto con los de la Dirección de Delitos Tecnológicos y Análisis Criminal, de la Policía Federal.
En declaraciones a la prensa, el jefe de la Policía Bonaerense, Juan Carlos Paggi, confirmó que los procedimientos permitieron «desbaratar una banda de de pedofilia» que tenía en su poder «material pornográfico que ya está a disposición de la Justicia».
«Como hay menores en el medio y tengo que ser discreto porque ahora es la Justicia la que debe actuar, sólo puedo confirmar que hubo tres personas aprehendidas, dos en provincia (de Buenos Aires) y una en Capital Federal, que venían realizando esta actividad hace tiempo por el material que se incautó», añadió.
Fuentes policiales indicaron a agencias de noticias nacionales que las pesquisas se iniciaron en 2007, cuando fue detenido un hombre supuestamente vinculado con un presunto caso de «corrupción de menores».
Cuando el juez de Entre Ríos ordenó el allanamiento de su casa, los policías secuestraron material pornográfico infantil, equipos de informática y agendas con contactos de sumo interés para la causa.
Fue así como las investigaciones llevaron a profundizar en esos contactos que tenía el detenido, algunos de los cuales estaban domiciliados en la zona norte del Gran Buenos Aires.
«A través de ese material (pornográfico) se pudo observar que los mayores mantenían reuniones con menores de edad en poses sugestivas. También se supo que los chicos eran llevados al lugar a través de un ardid o engañados, trasladándolos desde la calle, donde comúnmente se encontraban limpiando vidrios o pidiendo limosna, para luego abusar de ellos», señalaron fuentes del caso.
Distintas comisiones policiales, con autorización del juez de la causa, realizaron ayer tres allanamientos y detuvieron a tres hombres vinculados con la red que se investiga.
Las fuentes precisaron que uno de los allanamientos se concretó en el departamento del tercer piso de un edificio ubicado en la avenida Márquez al 100, de San Isidro, donde encontraron a su dueño (de 36 años) durmiendo con un menor de los denominados «chicos de la calle». Al detenido –según los informantes– se le imputó el delito de «corrupción de menores».
Otro de los allanamientos fue en uno de los departamentos del segundo piso de un edificio en torre de la calle Perón al 200, de San Fernando, donde se detuvo al propietario, de 31 años.
Los investigadores secuestraron gran cantidad de material pornográfico infantil, dos computadoras, un equipo de MP3 y otro de MP4, más de un centenar de CD’s y varias agendas con datos de suma importancia para la causa.
El último procedimiento fue en las cercanías de un edificio de la avenida Cabildo al 3.500, en el barrio porteño de Coghlan, en donde se arrestó a un joven de 28 años vinculado con la causa que estaba prófugo.
Los investigadores comenzaron a analizar las documentaciones secuestradas mientras continuaban trabajando con el entrecruzamiento de llamadas en busca de otros posibles integrantes de la red de pedofilia que podría tener ramificaciones internacionales.
