“Mi sueño más recurrente es que me hago recontrabolsa en un tren que lamentablemente voy manejando yo.” La frase aparece en el blog Los Sueños de Pastichoti, creado por el motorman Julio Benítez en diciembre de 2012.
La coincidencia de esa frase con lo ocurrido el sábado último en Once hizo dudar acerca de la autenticidad del blog. Pero el propio Benítez lo confirmó anoche ante el juez federal Ariel Lijo (ver nota aparte).
En el blog (http://dagajama.blogspot.com.ar/), Benítez cuenta un sueño recurrente en el que se hace “recontrabolsa” con una formación que lo tiene de conductor, como sucedió el sábado. La premonición es acompañada por extrañísimas imágenes de choques de trenes, entre otras, publicadas el 21 de enero de este año.
“Mi sueño más recurrente es que me hago recontrabolsa en un tren que lamentablemente voy manejando yo, y más lamentable es que no está muy lejos de ser realidad, ya que mi trabajo es precisamente manejar trenes!!!… contra estaciones cabecera, como ocurrió hace un año en Once; contra pesados camiones cargados de ladrillos, de inflamable combustible…! CONTRA CAMIONES ATMOSFERICOS CARGADOS DE LIQUIDO RESIDUAL, POR NO DECIR MIERDA QUE QUEDA FEO!!!!!! el común denominador es que me hago teta junto con un pobre tren y unos buenos cientos de pasajeros…”, dice la entrada del blog llamada Autopresentación, fechada el 21 de enero de 2013 y acompañada por la foto de un albatro.
Pero eso no es todo, sino que en el post figura otro sueño sobre lo que parece ser una fuga. “Bueno, mi otro sueño recurrente es estar en un establecimiento enorme, buscando desesperadamente la salida de lo que a veces puede ser un hotel, otras, un hospital, una fábrica, lógicamente sombrías, lúgubres, y carentes de gente, salvo la indicada para interactuar conmigo y entre ellos para crear escenas de torturas, muerte y de sexualidad anormal”, relata el maquinista en su sitio.
“Otra característica de estos sueños –continúa– es que acontecen cuando estoy a punto de despertar, en ese sopor intermedio los puedo reorientar conscientemente y seguir soñando, lo que no los hace menos horribles!!!”
El texto está ilustrado por imágenes de pasillos, lo que parece ser una casa embrujada, una cama en un hospital, una caricatura de una pelea, una mujer vestida de monja teniendo relaciones sexuales con un hombre desnudo, fotos de choques de trenes y dibujos de demonios, entre otras postales inexplicables.
En este sentido, el post termina con un particular saludo. “Bien… todavía siguen sin conocerme, pero por lo menos ya se deben estar preguntando cómo ando suelto… jaja!!! Hasta la próxima entrada, aunque prefiero que sea salida…”
La publicación podía encontrarse mediante una búsqueda a través de Google. Una vez conocida, los usuarios web fueron inmediatamente a comentarla, y los bandos se dividieron entre quienes insultaban a Benítez y los que decían que el blog era trucho.
“Vos sí que sabés hacer realidad tus sueños, campeón..no sabés en lo que te metite, porque si la Justicia no hace nada como de costumbre, te las vas a tener que ver con la sociedad y ahí te quiero ver”, comentó Ian Mayer.
Lo cierto es que la esposa del maquinista, Susana Vargas, ratificó que a su marido le decían Pastichoti en el trabajo. “Hasta yo le digo Pastichoti, pero la verdad es que no sé por qué, desde que empezó a trabajar es el apodo de él. Yo recién en estos momentos me estoy enterando del blog. De lo único que sabía era del Facebook y el chat. Todo lo que está pasando me está sorprendiendo.”
Además, la mujer contó que Benítez colaboraba con la ONG ambientalista Greenpeace, como figura en la cuenta de Google+ asociada al blogspot. “El es socio de eso de los animales que están en peligro, por Facebook, en eso anda él, pero en otras cosas no. No tenía sueños. Hablaba dormido sí pero me nombraba a mí tipo ‘bichi, bichi’ o decía ‘¿querés la mamadera?’, cosas así”, contó la mujer a los periodistas.
Las dudas fueron despejadas por la abogada del conductor, Valeria Corbacho, que reconoció que el motorman soñó que podía tener un accidente. “Tuvo un sueño en el que tenía una colisión. Esto se lo contó a una psicóloga de una ART.”
