El predio, de 1.060 m², pertenece a la municipalidad de Concordia. El municipio ló compró en 1993, a la Caja Nacional de Ahorro en U$S 120.000. Pero la inauguración se la realizó dos años antes, en 1991, cuando el intendente de Concordia era Elvio Bordet.
El concejal Marcos Wdowiak presentó un proyecto de resolución en marzo de 2006 donde alegaba que el Mercado adolece de deficiencias higiénicas, sanitarias y de seguridad. “Dista de ser el atractivo comercial que deberíamos esperar para el lugar, se advierte sin esfuerzo desde cualquier óptica, la contaminación visual y arquitectónica que representa”, expresa la nota. Y describe como “pésimo y preocupante el estado de la edificación del mercado, con cubiertas de chapas, cabriadas, fachadas perimetrales, marquesinas y carpinterías existentes que no ofrecen las mínimas condiciones de seguridad necesarias”.
Asimismo, señala que hay “graves fallas de seguridad e higiene; las instalaciones complementarias son inexistentes o, peor aún, las precarias existentes y en mal estado –de electricidad, gas, sanitaria, incendios, ausencia de matafuegos- y goteras en los techos de chapa y riesgos de derrumbe”.
El jueves pasado, Wdowiak fue terminante. “Nos encontramos en un callejón sin salida. Lamentablemente, vamos a pasar otra gestión y el mercado de pulgas no va a tener ninguna solución. Nosotros hemos hechos algunas reuniones con personal del Ejecutivo y con representantes del sector de las Pulgas y no se ha llegado a ninguna conclusión más que admitir que (es) imposible hacer una remodelación que abarque a todos los locales que actualmente están trabajando”, argumentó.
El edil sostuvo que el proyecto no tuvo apoyo de parte del resto de los concejales. A la comisión acudían Wdowiak, Martín Santana y Mireya López Bernis (PJ), funcionarios del Ejecutivo y puesteros. La última reunión se llevó a cabo el año pasado. “Nos hemos reunido cerca de cuatro veces y no llegamos ninguna solución”, aseguró Wdowiak.
Entre los obstáculos más importantes, señaló que “es imposible poder hacer una remodelación sin previamente desalojar el sector como para que una empresa venga y trabaje en condiciones adecuadas. Ninguna empresa se animaría a realizar ningún tipo de tareas existiendo personas trabajando, comerciando en ese predio”.
Además, tuvo en cuenta que los vendedores alegaron que no podrían dejar de trabajar por un tiempo prolongado porque “los perjudicaría económicamente”. “Es una situación de casi imposible solución”.
De cualquier forma, sostuvo que está convencido de que en las condiciones de precariedad en que se encuentran no puede seguir funcionando. “Es un peligro, tanto para las personas que trabajan en el lugar como para aquellos que diariamente concurren a hacer sus adquisiciones. Creo que habría que erradicarlo del centro, acondicionarlo en un predio adecuado y hacer una delimitación de los distintos locales de modo que se desarrollen las actividades de modo adecuado”, añadió.
Paralelamente y sin mencionarlo explícitamente, sostuvo que compiten deslealmente con todos aquellos que “periódicamente tributan como corresponde”. “A esto hay que añadir una cuestión de tipo estética que cuanto menos merece una revisión de cómo esta la situación en ese lugar”, agregó.
A manera de conclusión, el concejal vecinalista dijo que “el costo político es muy alto y nadie lo quiere asumir. Es un error porque hay decisiones del punto de vista político, que aunque en principio parezcan contraproducentes a la larga reciben mucho más apoyo de la gente”.
Y advirtió que “si algún día hay algún accidente, ya existieron problemas con la electricidad, puede ser una verdadera catástrofe”. El oficial ayudante Jorge Martínez, del cuerpo de Bomberos Zapadores, sostuvo que desde que se integró al cuartel, hace un año, no se ha realizado ninguna inspección al lugar para verificar si se han tomado medidas para prevenir incendios. Una de las medidas de prevención son algunos matafuegos colocados a la vista de todos. “Tal vez los ponen ellos por cuenta propia”, dijo Martínez.
Martínez desconoce si el predio está habilitado porque no tenía el libro de actas al momento de ser consultado. Pero debería porque las normas imponen que cualquier local, para ser habilitado, debe solicitar permiso al municipio y el resultado de la inspección de Bomberos es vinculante.
“Hay una falencia nuestra”
Uno de los ediles que intervenía en las reuniones es el concejal Martín Santana, quien sostuvo que no estuvo de acuerdo en el traslado. “Había que invertir mucho dinero para refuncionalizarlo, me pareció lo más lógico que se deje el Mercado de Pulgas”, dijo. Los puesteros se niegan a alejarse del centro porque la experiencia anterior no es alentadora. A principios de la gestión actual se habilitó un sector de la Estación Norte para los vendedores ambulantes que se encontraban sobre la peatonal. Pero la feria falleció a los pocos meses. La causa fue una especie de inanición comercial: no iba nadie.
Santana dijo que lo peor que alguien puede decir es que “se están comercializando los lugares, nadie paga nada y hay peligro de incendio de tragedia, de catástrofe”. En cambio, Santana prefirió sostener que: “no se sabe si hay venta o no, cualquier tragedia que pueda ocurrir es relativa porque cada uno cuida y sabe lo que hace y están inscriptos y están pagando”.
En cuanto a la seguridad, dijo que las inspecciones que debía realizar la comisión no se han hecho. No obstante, se preguntó para qué poner matafuegos si van a seguir hacinados con estructuras de madera como divisiones, con techos de mediasombras o lonas. Y admitió que: “hay una falencia nuestra por dejarse estar porque había otras cuestiones también que atender, no se si más importantes pero que fueron surgiendo”. Aunque descargó culpas en los ocupantes del predio. “Hay un poco de responsabilidad de los puesteros porque no nos insistieron en seguir tratando la cuestión”.
Refiriéndose a la cuestión impositiva. dijo que no le constaba que se haya ordenado. Los puesteros deben abonar la tasa de higiene por las ventas que realicen. “Y después se debería hacer un cruzamiento con lo que es ingresos brutos y el monotributo que la mayoría debería de hacerlo”. Pero Santana expresó que se “tendrían que hacer inspecciones masivas para ver si lo que se declara es así”.
Gustavo Sastre, director de Rentas de la municipalidad, expresó que hasta el 2003, había 84 puestos. “Para poder estar alojado en el mercado de Pulgas, hay que estar habilitado y para estar habilitado hay que estar inscripto. Es decir que son contribuyentes sujetos al pago de la tasa de Inspección e Higiene”, indicó.
Por último, el embellecimiento arquitectónica del lugar. “El centro cada vez está evolucionando más, la zona de los comercios se sigue ampliando, deberían estar a tono con lo que es la zona y ponerle jerarquía”. Recordó que la dirección de Arquitectura debía presentar un proyecto y se habían traído bosquejos, algunos habían sido elaborados por los puesteros. “El propietario de una cantina donde se sirven comidas había traído un proyecto para modificar desde el lugar de él para empezar así algo general pero hasta ahí se llegó”, añadió.
“Es imposible trabajar”
No obstante, la titular de la Dirección de Arquitectura, Graciela Etcheverry, negó que haya elaborado algún tipo de proyecto. “Ni quería hacerlo para que quedara todo en un papel”, indicó. Por el contrario, recordó que en la última reunión se resolvió pedirles a los puesteros que se encarguen de elaborar algún bosquejo.
La arquitecta entiende que es imposible realizar algún tipo de modificación de la estructura por la densidad de ocupación. “Es imposible trabajar sin ocasionar molestias. Sólo el movimiento que se requiere para instalar una columna para poner un techo adecuado es complicado realizarlo por el nivel de ocupación”, aseguró.
Santana entiende que las estructuras tienen que ser de material, “se hablaba de ladrillos de canto para separar los puestos”. Pero recibió objeciones porque “era muy grueso y quitaba lugar para los puestos”. También se mencionó la posibilidad de emplear algún “material no combustible que permita una pintura o un depósito por encima de cada puesto para guardar las cosas, hacer una fachada externa, hacer veredas nuevas, refuncionalizar y hacer los baños. Pero eso era para 60 puesto pero el último censo dio 90 y pico”.
En Las Pulgas, predomina el silencio. La mayoría no habla y prefiere delegar cualquier contacto con la prensa en dos o tres personas. Una de ellas esquivó el micrófono y lo único que manifestó fue que “acá no hay compañerismo”. Señaló que se habían puesto de acuerdo en embellecer uno de los pasillos incluyendo todos los puestos que se encuentran a ambos lados del mismo. “Uno de nosotros dijo que no iba a ver problemas y se iba a encargar de hablar con alguien para que salga el proyecto. Pero después fue el primero que se c…”.
Otro vendedor, que tiene un puesto dentro del predio y también lleva su mercadería a una mesita que para sobre la cuneta, explicó que todo se frenó cuando empezaron a sacar los cálculos de lo que iba a costar las remodelaciones. “La municipalidad no te da nada, teníamos que poner nosotros. Y no todos tienen, algunos venden muy bien pero otros hay días que se van sin vender nada”, explicó.
Aunque no precisó números, dejó en claro que no está al alcance de todos la posibilidad de realizar las inversión necesaria para cambiar la fisonomía del mercado. “Ahora estamos esperando que cambie el intendente y el gobernador para ir a presentar un buen proyecto en la Cafesg”, explicó.
Santana aseguró que se entregó en concesión a los puesteros el predio sin exigirles a cambio inversiones como en los terrenos de la Costanera. “Alguien que va a la Costanera en los contratos de concesión se hablan de inversiones que quedarán para la municipalidad”, expresó. Si bien no son propietarios, son concesionarios que no pueden vender o comercializar las parcelas sin autorización de la municipalidad. “Esta es una de las cosas que supuestamente había ocurrido y no se pudo probar nunca”, añadió.
“Se puede volver sobre el tema pero lograr en tres meses que se cambie todo el mercado de Pulgas no creo. El intendente Cresto dijo muy claramente que hay que hacerlo pero dijo cuando nos reunimos por primera vez que esto va a salir de su gestión como tantas otras cosas”.