Mercado de Las Pulgas: ante la ausencia de proyectos, el municipio se cruza de brazos y propone no innovar

Puestos de venta sobre la calzada, con estructuras improvisadas, a los que se les suman motos a la manera de vallas. Sin más lugar en la vereda, los puesteros avanzan sobre la calle sin que nadie se los impida. El jefe de Inspección General, Gustavo Sastre, indicó que desde el área que maneja se labraron actas por ocupación ilegal de la vía pública. “Esas actuaciones fueron derivadas al Juzgado de Faltas y el Juzgado de Faltas tomó la medida de mandar a producir el decomiso de la mercadería”, recordó.
En ese momento, los vendedores fueron a manifestarse al departamento Ejecutivo. Alegaron que era “la única fuente de ingreso que tenían”, dijo Sastre. La intendencia resolvió entonces dictar una medida de no innovar que puso en conocimiento del Concejo Deliberante. “Sobre algunos de los puestos ubicados sobre la vía pública, que fueron a los que se les labraron las actuaciones correspondientes se dictó una medida de no innovar por parte del Ejecutivo que fue puesta en conocimiento del Concejo Deliberante”, explicitó el responsable de Inspección General.
Sastre explicó que, estructuralmente, el Mercado fue concebido hace más de 15 años aunque probablemente haya transcurrido un cuarto de siglo para ser más exactos. El crecimiento del número de vendedores provocó la ocupación de lugares que antes estaban vacíos. “La población propiamente dicha del mercado fue creciendo como fueron creciendo las familias que ahí están que no han encontrado otra salida laboral que no sea continuar con la actividad que tenían los padres”, explicó el jefe de Inspección.
La intención es encontrar una “solución integral” al problema de la venta dentro, fuera y en toda la periferia del mercado popular. “Desconozco si se hicieron reuniones tendientes a solucionar el problema integral que pasa no solamente por la cuestión estética sino que pasa también por un problema de fondo que hace a la cuestión socio-económica que también hay que contemplar”, indicó Sastre.

Un Concejo sin ideas

En 2006, los ediles de la gestión anterior aprobaron la extensión de la peatonal hasta Quintana. La ordenanza establecía en al artículo 2º una comisión para realizar un estudio y posterior propuesta sobre el denominado «Mercado de Pulgas». De más está señalar que se realizaron un par de reuniones inconducentes sin resultado alguno.
Los actuales ediles -a pesar de que hay concejales que podrían haberlos asesorado sobre lo que se hizo porque ocupan una banca desde hace ochos años- sobre el tema no avanzaron demasiado tampoco. En el Concejo no intervienen en el tema desde hace dos años y las únicas actuaciones han sido más bien tangenciales. “No hemos hecho más que algún pedido de informes o alguna minuta de comunicación hace unos años atrás por algunos reclamos de vecinos respecto de la incomodidad del Mercado o respecto de las tasas”, dijo la presidenta del bloque de concejales del PJ, Marcela Sbresso.
El enfoque es que el Concejo Deliberante intervenga cuando se necesario dilucidar alguna excepción a la regla. “Por el momento no tenemos requerimiento de tratamiento de ningún tema al respecto”, expresó.
Recordando los orígenes, dijo que vino a resolver un problema muy serio. “Sirvió en ese momento, fue muy ‘potable’. Ahora se generó otro problema y hay que ir tratando de generar las acciones para solucionarlas”, explicó.
Sbresso señaló que ha escuchado hablar de un proyecto pero al Concejo no ha ingresado nada por el estilo. “Igualmente me parece que el tema hay que abordarlo de manera integral, de manera conjunta con los diferentes organismos que pueden tener ingerencia en diferentes cuestiones”, manifestó la concejal. Respecto de si es estético o antiestético, “va a depender también de lo que cada uno evalúe”, dijo Sbresso.
“El problema es mucho más complejo que echarle la culpa a Inspección General. Salir livianamente en los medios de comunicación señalando lo que fulano o mengano no hacen es muy fácil desde un escritorio alejado de lo que es el complejo problema de ésta temática”, dijo más adelante la titular del bloque de concejales del oficialismo.
“Lo mejor sería tratar de aportar buenas ideas, o al menos ideas, o posibles soluciones porque el problema es de todos los concordienses, no solamente de quien esté a cargo circunstancialmente de algún área de la municipalidad”, señaló.

Tránsito complicado

El director de Tránsito, Enrique Legarreta, aseguró que desde el año pasado hay un pedido de los vecinos de calle Buenos Aires y su continuación Quintana para descongestionar el tránsito. “Tenemos un grave congestionamiento de tránsito y nos genera la problemática para la circulación”, dijo. Uno de los factores, aunque no el único, es la presencia de los puesteros sobre la calle. “Tenemos el Mercado de Pulgas ahí y también nos genera un problema a lo cual tenemos que darle una solución”, señaló.
Por lo pronto, el responsable de Tránsito señaló que hay una iniciativa en el Concejo para que se modifique el recorrido. La iniciativa propone que los colectivos de la Línea 5 que circulen por Buenos Aires, giren por calle Hipólito Irigoyen hasta Carriego, continúen hasta Pellegrini para retomar el recorrido habitual. En tanto los de la Línea 4, seguirían el mismo recorrido y al tomar a Carriego irían hasta San Luis. A la altura de Quintana seguirían su circuito habitual. En tanto, las otras líneas que cruzan por Buenos Aires, se desviarían hasta Carriego-Andrade para posteriormente seguir su recorrido habitual.
Además, para limitar la ocupación de la calle, Tránsito corrió una de las paradas de moto y la ubicó sobre mano izquierda de Quintana, a la altura del Mercado. “Esto nos dio la posibilidad de tener una carga y descarga de mercadería para los comercios y un estacionamiento más amplio para las motos”, dijo. La intención es implementar algo similar sobre calle Entre Ríos, corriendo la parada de taxis ubicada enfrente al lugar donde actualmente están los puesteros. En consecuencia, quedaría más lugar libre para estacionamiento medido.
Para los cambios del recorrido de los colectivos y de la parada de taxis, sólo falta que resuelva el Concejo Deliberante, según Legarreta. Una vez que los ediles sancionen las modificaciones, “solo faltaría comunicarle a la ciudadanía los nuevos lugares de ascenso y descenso de pasajeros y un tiempo prudencial para hacer la cartelería”, acotó.

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