MEMORIA : Lo principal del juicio por delitos de Lesa Humanidad : Diaz Bessone está prófugo y ordenaron su arresto y el tribunal leyó la acusatoria fiscal

Poco a poco la gente se iba agrupando, jóvenes, adultos y hasta adolescentes se apostaban sobre la calle 25 de Mayo de la ciudad de Paraná. Es que, en ese lugar de la capital provincial se encuentra el tribunal Oral Federal y como escuché decir a un señor, que en sus manos tenía una pancarta, este no es un día más, hoy es un día histórico.
El ambiente así lo demostraba, faltando minutos para las diez de la mañana el frente del tribunal se encontraba invadido por banderas, pancartas y más de 100 personas que se habían acercado hasta allí desde distintas ciudades como Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay. Entre cantos y redoblantes militantes, estudiantes, familiares de desaparecidos y periodistas esperaban el inicio de la primera jornada de juicio por delitos de Lesa Humanidad ocurridos en nuestra provincia, en el que nueve represores serían acusados.
Todo estaba listo para arrancar con el juicio oral y público “Área Concordia”, sobre la vereda se colocaron una pantalla y unos parlantes para que los presentes pudieran seguir en vivo lo que acontecía adentro del recinto. Con las primeras palabras de uno de los jueces, el silencio se apoderó no solo de la sala principal del tribunal Oral Federal, sino que se expandió a las afueras donde todos dejaron de hacer cualquier tipo de ruido para poder seguir atentamente todo lo que se decía.
De esta manera se procedió a informar que esta primera instancia estaría dedicada a la lectura de la documentación acusatoria, luego de esta aclaración se intentó establecer contacto, por video llamada, con el Consejo de la Magistratura de Buenos Aire donde se debían encontrar Díaz Bessone y Albano Harguindeguy , dos acusados de la causa que alegando problemas de salud y su avanzada edad solicitaron este tipo de comunicación para evitar el viaje hasta la ciudad de Paraná.
Este fue el momento de mayor sorpresa de la mañana ya que Bessone, quien se encuentra bajo arresto domiciliario o así debería ser, no estaba en el Consejo de la Magistratura para comparecer. Las miradas de todos los presentes se cruzaban, incrédulos de lo que escuchaban y veían, un bullicio malhumorado brotó de los manifestantes. En ese momento la representante de la justicia que se encontraba en el Consejo de la Magistratura acompañando a Harguindeguy tomó la palabra para afirmar que Bessone fue buscado en su domicilio de la ciudad de Buenos Aires por representantes de la policía y que al llegar al edificio en el que vive, el portero les dijo que el acusado ya había sido trasladado por efectivos policiales. Ante semejante confusión se pasó a un cuarto intermedio, tiempo en el que se volvió a mandar personal policial hasta el departamento de Bessone sin que fuera encontrado en su domicilio.
El mal humor de la gente se expresaba en cánticos y gritos en contra del represor y ahora prófugo de la justicia.
Luego que se informara que la segunda búsqueda había fracasado se ordenó el allanamiento y la detención de Díaz Bessone en cualquier lugar que se lo encontrara. Con esta sorpresiva ausencia, se había atrasado más de una hora el inicio de los requerimientos, de modo que se procedió de inmediato a la lectura de los mismos.
La lectura de los más de 13 documentos acusatorios duro más de dos horas y con ellas se dio por terminada la primera jornada histórica de los juicios a los represores de la provincia. En estas lecturas se reflejaron historias duras, crudas, relatos en los que por un lado hay víctimas, seres humanos que padecieron los más crueles tormentos imaginados y por el otro… también son seres humanos los que llevaron adelante las torturas, aunque cuesta creerlo. Cuesta creer que una persona disfrute tanto picaneando, asfixiando, cacheteando jóvenes, haciendo de estos pedazos de carnes vejadas. Destrozándolos a nivel físico y mental siempre que la suerte estuviera de su lado ya que sino se transformaban en “desaparecidos”.

«EL PROFUGO»
Bessone, ex jefe del Segundo Cuerpo de Ejército, no pudo ser localizado en el departamento de Buenos Aires donde cumple arresto domiciliario. El represor, de 86 años, se encuentra en Rosario a la espera de una sentencia en otro juicio por crímenes de la dictadura y el tribunal no reparó en ese «detalle». Durante las dos horas de ausencia, el tribunal ordenó varias medidas (ya contadas) pero luego se aclaró el malentendido.

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