Melchiori consideró estar de acuerdo con adherir a la norma nacional en general, pero que habría que hacer algunas modificaciones en lo particular. «Hay que introducir límites a la cantidad de intentos reproductivos, como así también a la manipulación de embriones; además habría que limitar la cantidad de gametos -óvulos y espermatozoides- que se van a fecundar e implantar”. En este sentido dijo que, “el número de gametos a fecundar debería ser igual a la cantidad que se van a implantar, de manera de evitar eliminar embriones”.
Por otra parte, el legislador también dijo que hay que poner límites mínimos y máximos de edad y las excepciones debidamente fundamentadas, de acuerdo a los riegos gestacionales y de edad biológica.
La donación de gametos estaría en contraposición con el Código Civil para Melchiori, «porque no se respeta el derecho a la identidad, por lo tanto no estoy a favor de la donación sin conocimiento de origen», enfatizó.
«Hay que aclarar que es una ley para solucionar el problema de la infertilidad, solucionar una limitación física» expresó. Agregó que: «Esta no es una ley de deseo reproductivo, no es para el consumo de un servicio. Es una ley para solucionar un problema de infertilidad reproductiva de las personas o parejas» consideró el senador isleño.
Melchiori sostuvo que, “la infertilidad debe ser considerada como una patología, por lo tanto debe haber una prescripción médica que la indique y la historia clínica correspondiente”. Aclaró que para acceder a un tratamiento de fertilización de alta complejidad, “sí o sí hay que pasar primero por el de baja complejidad, que a su vez sirve para el diagnóstico etiológico de la infertilidad”.
Finalmente, el senador hizo hincapié en que “para que un hospital u obra social cubran los tratamientos, debe existir una prescripción médica y el diagnóstico de infertilidad; por ende, en la misma ley debe estar el protocolo a seguir”.