Mejor prevenir que querellar

La salida tampoco es la constitución de un Consejo de Seguridad Vial. Sanabria recordó que ya se formó uno integrado por el municipio, Policía, Prefectura y otras fuerzas. “Así como nació, murió. En marzo del año pasado le pedimos al intendente por favor que lo reviva. Cumplió, lo reactivo, hubo una sola reunión y nunca más”, sostuvo. “¿Para qué formar otro consejo sino funciona?”, se preguntó Sanabria.

“Hay motos con cinco, seis personas, con criaturas, con bebés. Hay que enseñarles; ellos no saben. Tiene una necesidad y lo hacen. Ninguna mamá va a querer matar a su hijo queriendo”, dijo en referencia al caso de menor de cinco años. Ezequiel Abraham Valdez, fallecido trágicamente en un accidente de motos.

Consultada sobre la posibilidad de constituirse como querellantes, dijo que “los asesinos al volante andan sueltos manejando aún con sentencia firme”. Como ejemplo, citó los sucedido con su hijo Alejandro “Chilo” Camargo, quien falleció en una accidente atropellado por Jorge Sánchez, condenado a tres años de prisión en suspenso y a una inhabilitación de ocho para manejar. “Lo vivo denunciado”, dijo en referencia a haberlo observado manejando. “La última vez nos agredió. Ni siquiera la denuncia que hicimos no nos hicieron caso. Al contrario, nos pusieron una restricción que no nos acerquemos a Sánchez”, recordó.

Por otra parte, reclamó a las autoridades que controlen la calidad de los cascos que se venden. “Debería haber un casco universal”, indicó. Sanabria señaló que hay muchos baratos que sólo sirven para “zafar las multas” pero no resguardan adecuadamente el cráneo del motociclista. “Si te golpéas la cabeza, que no se parta”, señaló.

Sanabria dijo, además del factor humano o de una falla mecánica, hay elementos objetivos que pueden provocar un accidente. Como ejemplo, citó lo que vivieron el fin de semana cuando repartían volantes de prevención vial en el lugar donde falleció atropellada Iara Ragone, en avenida Monseñor Rösch. Cuando anocheció, un patrullero frenó y el policía les advirtió: “Señora, en cualquier momento las van a llevar a ustedes puestas porque el foco de ahí no enciende y no las van a ver”, indicó. No había iluminación en ese sector. “La luz no tiene porque faltar”, subrayó.

Por último, la responsable de la ONG de pintar las estrellas amarillas en el asfalto para recordar a las víctimas fatales manifestó que los símbolos están perdiendo color. Sanabria recordó que la municipalidad declaró la campaña de interés municipal. Por ello, entendieron que se iban a encargar de repintarlas para que no se pierda en la memoria colectiva el hecho luctuoso que sucedió en cada lugar donde hay una estrella. “Sino no sirve de nada”, dijo.

Las estrellas están desapareciendo. Los familiares “no tienen la fuerza necesaria” para realizar ese trabajo y los integrantes de la Asociación trabajan y no tienen tiempo para ejecutar la tarea. “Capaz les conviene que desaparezcan para que no se demuestre las falencias que tienen”, reflexionó.

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