El 21 de marzo de 1986 se sancionó la ordenanza que establece, en su art. 1° “la obligatoriedad de la instalación de medidores de agua en todas las conexiones que posean las fincas ubicadas dentro del radio servido por el Ente Descentralizado Obras Sanitarias Municipal”. El art. 2 ° establecía que a partir de los 60 días de sancionada la ordenanza comenzaba a regir la obligatoriedad de la misma. Incluso, en el artículo 3°, se dejaba en claro que “el Departamento Ejecutivo implementará, a través de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos y el Ente Descentralizado Obras Sanitarias Municipales, el cronograma de coacción de medidores dentro del plazo de sesenta (60) días enunciado en el artículo anterior”.
No sólo transcurrieron los 60 días, sino que pasaron seis años sin novedades. El 13 de marzo de 1992, el Concejo Deliberante modificó algunos artículos de la ordenanza. El art, 3° establecía que el Ejecutivo, a través de Obras Sanitarias se encargue de la instalación de medidores en los inmuebles encuadrados en las categorías “B” y “C” de la Ordenanza Impositiva en un plazo de (60) días.
A casi 20 años de la sanción de aquella ordenanza, sólo 5.000 domicilios poseen su medidor de 30.000 conexiones legales registradas, según datos de Obras Sanitarias. O sea, que sólo el 15 % de las viviendas poseen un medidor.
Una de las razones, explicó Daniel Benítez, encargado del área administrativa de la sección Medidores de Obras Sanitarias, es que la obligatoriedad “sólo rige para las conexiones nuevas”.
Miguel Morales, titular del área Medidores, aseguró que lo ideal sería “que rija una cuestión de igualdad, de equidad para todo el mundo”. Pero contra esa concepción conspira “una gran falta de concientización de la parte dirigencial y política que no ve o no sabe dimensionar la problemática del agua a nivel mundial”, señaló Morales.
Los usuarios que poseen conexiones anteriores a la sanción de la ordenanza no están obligados a instalar un medidor. “Estaba contemplado en hacerse por etapas. Eso debía realizarlo la municipalidad. Pero siempre se la ha dejado de lado. Nunca se lo ha tomado con la seriedad que el tema requiere” señaló el encargado del área.
La población mundial, según Morales, “estadísticamente se duplica cada diez años y las guerras de este siglo serán por falta de agua”. Incluso, Morales aseguró que por ese motivo “los norteamericanos están ocupando tierras en la Patagonia”. Mencionó además el acuífero Guaraní y la necesidad de cuidar el agua proveniente de una de las mayores reservas de agua del planeta.
Benítez aseguró que participó en una charla en Gualeguaychú, donde uno de los disertantes manifestó que “no sólo el petróleo sigue siendo importante sino que los países europeos vienen a comprar parcelas cerca de la Laguná de Iberá y del acuífero Guaraní porque se vienen épocas difíciles para ellos en cuanto a la disponiblidad de agua”.
Costos del servicio
“Si la propiedad está bien ubicada, tiene un avalúo y están pagando mucho en la tasa sobre agua. En realidad, si cuidás el consumo de agua y tenés medidor, pagás el consumo” dijo Morales. El encargado del área estimó que una familia tipo consume 30 m³, el mínimo estipulado por Obras Sanitarias. El costo de los 30 m³ es de $ 15. “El exceso cuesta $ 0,70 el metro cúbico” dijo Morales. Las conexiones comerciales cuestan más caras. Los 25 m³ bimestrales, que equivalen a 416 litros diarios, cuestan $ 21,50.
Los 30 m³ equivalen a bimestrales equivalen a 500 litros por día. Para tener en cuenta: el depósito de inodoro carga de 16 a 19 litros por vez; la ducha, 32 a 40 litros (un baño de 5 minutos); baño de inmersión, 50 a 250 litros; un lavarropas automático, 60 a 140 litros; el riego del jardín con una manguera de 13 mm., 500 litros por hora.
Por otro lado, una canilla que gotea puede consumir de 46 a 200 litros por día. Si está completamente abierta, puede derrochar hasta 3000 litros en un día. Un tanque con deficiencias de flotante puede gastar hasta 2600 litros diarios. Y un inodoro con deficiencia de flotante, 4500 litros.
Concientización de los usuarios
Benítez aseguró que Obras Sanitarias “no busca lucrar con el agua sino concientizar a la gente para que el agua sea ocupada para las cuestiones básicas que necesita un grupo familiar y que no se derroche, porque potabilizarla cuesta mucho”.
La instalación de medidores se realiza mediante una cuadrilla dispuesta por Obras Sanitarias a tal fin. “O se puede contratar a un sanitarista particular matriculado por Obras Sanitarias” dijo Benítez. En caso de acudir a la repartición municipal, el costo de instalación es de $ 160.